Líder opositor dice que el régimen de Al Asad solo quiere ganar tiempo

  • El régimen sirio solo se muestra dispuesto a conversar con la oposición para poder ganar tiempo y entablar un diálogo sin fin mientras ejerce su brutal represión sobre el pueblo, según Abdelaziz al Jayer, dirigente de la oposición interna en Siria.

Enrique Rubio

Damasco, 10 feb.- El régimen sirio solo se muestra dispuesto a conversar con la oposición para poder ganar tiempo y entablar un diálogo sin fin mientras ejerce su brutal represión sobre el pueblo, según Abdelaziz al Jayer, dirigente de la oposición interna en Siria.

En una entrevista exclusiva con Efe en su oficina en Damasco, Al Jayer, que representa al llamado Consejo de Coordinación Nacional (CCN), aseguró que los opositores nunca se sentarán a hablar con el régimen mientras este no ofrezca garantías reales de que habrá un cambio democrático y de que la violencia se detendrá de inmediato.

"No podemos sentarnos para hablar y hablar sin fin. Eso es lo que quiere el régimen. Siempre dicen que están abiertos a la oposición, que quieren dialogar... pero eso son solo palabras", indicó Al Jayer.

El CCN aglutina a 16 partidos dentro de Siria y aboga por una solución pacífica de la crisis sin necesidad de una intervención extranjera, frente al Consejo Nacional Sirio (CNS), que representa a la oposición no reconocida por el régimen y con quien no mantienen contactos oficiales.

"Ahora Rusia está intentando mediar, pero no hay propuestas específicas, salvo abrir una negociación donde podamos discutir de cualquier cosa. Pero hablar no es suficiente, debemos tener garantías de que las masacres terminan", consideró Al Jayer.

Además, recordó los graves crímenes que ha cometido y sigue cometiendo el Estado en Siria, por lo que descartó empezar una negociación "como si esto fuera el comienzo de la historia. Eso sería inaceptable".

Al Jayer tiene muy claro que el régimen provocó la respuesta armada de los rebeldes en Siria para así poder justificar la represión.

"La herramienta más poderosa que tiene el régimen es matar a inocentes en grandes cantidades con la convicción de que, tarde o temprano, la gente iba a reaccionar, a perder la paciencia y empuñar las armas", explicó.

Este recurso a la violencia en defensa propia, absolutamente comprensible, ha generado una atmósfera propicia para los asesinatos, robos y secuestros, según Al Jayer, lo que tiene al país al borde del caos total.

El líder opositor sirio acusó a "algunas fuerzas" regionales y mundiales de incitar a la gente a recurrir a las armas y proporcionárselas de contrabando, lo que "políticamente es una equivocación, porque ahora no tienen el poder suficiente para derribar al régimen".

Sin embargo, las autoridades también han cometido "un gran error": subestimar la persistencia del pueblo sirio y confiar en que las fuerzas armadas podrían acabar fácilmente con la revolución.

"Cuanto más brutal es el régimen, más indignado y tenaz se vuelve el pueblo sirio", opinó.

Según Al Jayer, en torno al 20% de la población apoya todavía de forma incondicional al régimen sirio, mientras que otro 30% participa de forma activa en la revolución. El resto, la otra mitad, "observa, preocupada su futuro y no se ha alineado".

Para este opositor marxista, once años en las cárceles sirias y otros once años perseguido a cada paso en la calle, existe en su país un grave problema de confianza hacia el régimen, que hace que los sirios no se crean en las promesas de cambio.

"El gobierno miente cuando habla de reformas. El problema de Siria nunca ha sido de leyes sino de cómo se aplican", señaló al respecto de la enmienda constitucional anunciada por Bachar al Asad, que será sometida en marzo a referéndum y que supuestamente abrirá el país al multipartidismo.

El CCN ha tenido un papel preponderante en las negociaciones con la Liga Árabe para acordar la iniciativa que propone que Al Asad transfiera sus poderes al vicepresidente y se forme un gobierno de unidad nacional.

Sin embargo, el propio Al Jayer sufrió en sus carnes la ira de los partidarios de una intervención militar extranjera mientras acudía a una reunión de la Liga Árabe en El Cairo y fue agredido cuando alguien le lanzó un huevo en la cara.

Una delegación del CCN se halla ahora mismo en China y viajará a Rusia dentro de una semana para buscar el apoyo de estos países al plan árabe, después de que Moscú y Pekín ejercieran su derecho a veto para frenar la aprobación de la iniciativa en el Consejo de Seguridad de la ONU.

Al Jayer también se declaró contrario a un embargo económico sobre el país pues la primera víctima sería el pueblo sirio.

"¿Quiénes serán los más afectados?. Primero, los pobres, la clase media se depauperará, y la gente estará demasiado ocupada en luchar por su pan de cada día. El último en verse afectado será el propio régimen", advirtió.

"Este tipo de medidas se ha utilizado en muchas ocasiones a lo largo de la historia, pero raramente ha tenido éxito. Es muy efectivo en destruir el país entero, no en destruir a los regímenes. Un buen ejemplo lo tenemos en Irak entre 1991 y 2003", dijo y añadió que el CCN apuesta por sanciones selectivas sobre personas.

Pero, antes que nada, Al Jayer tiene una prioridad: "Debemos parar ya la violencia. Todo lo demás vendrá después. Si ahora no existe una solución, deberemos inventarla".

Mostrar comentarios