Los indignados de Bielorrusia protestan haciendo flash-mobs

En Bielorrusia las autoridades están restringiendo los aplausos.

Tras semanas de flash-mobs para “protestar en silencio” en Minsk y en otras ciudades de la ex república soviética de 10 millones de habitantes, las autoridades se muestran nerviosas y están prohibiendo cualquier acto que perciban remotamente como una amenaza al Gobierno.

La idea detrás de estas manifestaciones populares espontáneas es sencilla y elegante: la gente simplemente se reúne en las plazas principales del país, se quedan de pie en silencio y aplauden.

Dado que cualquier oposición pública al Ejecutivo de línea dura del presidente Alexander Lukashenko es fuertemente reprimida, la idea de los organizadores de estas protestas es crear una forma de manifestación que contenga el menor número posible de elementos abiertamente políticos. Es decir, que sean una especie de “protesta no protesta”.

Los manifestantes pasean pues en torno al lugar de convocatoria como si estuviesen dando un paseo o conversando con sus amigos. Después, a la hora determinada (las siete de la tarde cada miércoles), comienzan a aplaudir.

A estas protestas se añade además un aspecto totalmente nuevo: están organizadas de forma anónima a través de redes sociales como Facebook y su equivalente ruso, vKontakte.

La página de vKontakte de estas protestas se llama ‘Revolución a través de la red social’. “El huracán revolucionario se ha extendido por el mundo”, dice. “Bielorrusia ha encontrado ahora la receta para la revolución a través de las redes sociales. El objetivo de nuestro encuentro es superar el miedo y comenzar a actuar”.

Devaluación del rublo

El descontento social en Bielorrusia ha ido en aumento desde que el Gobierno (que se enfrenta a una escasez de reservas de dólares y euros) se vio obligado a devaluar la moneda nacional, el rublo, en casi un 60 por ciento. Los salarios y los ahorros de la población se han visto rebajados de manera drástica y los precios se han disparado de la noche a la mañana.

Quienes se reúnen “para aplaudir” ya van por un mes de protestas, y cada vez son más. Lo que comenzó siendo una reunión de unos cientos de personas en la capital del país, cuenta ahora con unos 3.000 participantes en Minsk y se ha extendido a otras ciudades y pueblos.

Lukashenko ha prometido acabar con estas acciones.

“Tenemos la oposición en Minsk dentro de las redes sociales. Utilizan internet para convocar manifestaciones. Lo estudiaré y lo observaré, y después actuaré con dureza para que no puedan extenderse al extranjero”, ha dicho.

Pese al hecho de que las manifestaciones son de naturaleza más bien simbólica y demasiado pequeñas como para ser consideradas un movimiento, han logrado claramente sorprender a las autoridades.

La semana pasada, coincidiendo con el día de la protesta, la policía de Minsk acordonó y habilitó una improvisada “discoteca gratuita” en la plaza October. Después, cuando la convocatoria antigubernamental comenzó a formarse en la plaza, matones vestidos de civiles (se cree que estaban vinculados a los servicios de seguridad estatales, la KGB) se dedicaron a atacar y a aprehender a los participantes, que fueron metidos en autobuses sin rotular, apaleados y conducidos a otro lugar. También fueron atacados algunos periodistas, incluido un equipo de filmación de la BBC.

Activistas pro derechos humanos dicen que 13 de los manifestantes han sido condenados a entre 6 y 15 días de cárcel, y 17 recibieron multas de entre 15 y 120 euros. Tras la tercera semana de convocatorias unas 450 personas han sido supuestamente arrestadas por un corto periodo de tiempo y después puestas en libertad.

“Si los aplausos son para nuestros veteranos y hombres de servicio, entonces por supuesto que se permitirán”, declaró a la agencia de noticias rusa Interfax.

Nota del editor: La página de vKontakte que se menciona en este artículo ha sido bloqueada por el administrador de la web porque “algunos usuarios creen que esta página no cumple las normas” de la red social.