Los irlandeses se preparan para desfogarse en las urnas

  • Después de meses de ajustes financieros en Irlanda, ha llegado la hora de los ajustes políticos. En menos de un mes, Irlanda decidirá quién les va a gobernar, un Ejecutivo nacido de la desilusión de los trabajadores. Es probable que se produzca un cambio en la tendencia política irlandesa, los líderes están irreconocibles.
En menos de un mes, Irlanda decidirá quién les va a gobernar, un Ejecutivo nacido de la desilusión de los trabajadores.
En menos de un mes, Irlanda decidirá quién les va a gobernar, un Ejecutivo nacido de la desilusión de los trabajadores.
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Conor O'Clery, Dublín (Irlanda) | GlobalPost
Conor O'Clery, Dublín (Irlanda) | GlobalPost

"Todo cambió, cambió completamente", escribió W.B. Yeats.

Las palabras del poeta sirven para describir el actual panorama político irlandés, con los votantes preparándose para elegir a un nuevo gobierno el 25 de febrero.

Las absurdas escenas vividas durante los últimos días en el parlamento (el Dáil), así como la imposición de nuevos impuestos para pagar el desastre financiero del país, han contribuido a avivar lo que parece ser el objetivo primordial de los furiosos votantes irlandeses: echar a los políticos culpables a patadas.

El enfado de los ciudadanos se suma a una sensación de bochorno por lo bajo que ha caído internacionalmente la credibilidad de Irlanda tras los días de gloria del "tigre celta", cuando el éxito de la pequeña, abierta y poco regulada economía en los confines de Europa era ampliamente alabado.

"No es ninguna exageración decir que la caída del gobierno de Brian Cowen ha sido uno de los eventos más destacados de la historia política de Irlanda", asegura Stephen Collins, editor político de The Irish Times. "La política probablemente ya nunca volverá a ser lo mismo".

A finales de enero el "taoiseach" (primer ministro) Brian Cowen fue obligado a dimitir como líder del Fianna Fail, tradicionalmente el principal partido de Irlanda, tras abandonar el Partido Verde el gobierno de coalición.

Los Verdes perdieron confianza en sus socios de ejecutivo tras un chapucero intento por parte de Cowen de renovar su gabinete para dar mayor relevancia a miembros jóvenes de su partido antes de las elecciones. Cowen había pedido la dimisión de los ministros que no tenían pensado presentarse a las elecciones, pero fue incapaz de lograr apoyo parlamentario para sus sustitutos, lo que le dejó en ridículo y con sólo la mitad de su ejecutivo.

Sin poder de liderazgo en su partido, incapaz de lograr una mayoría en el parlamento y ampliamente ridiculizado por su incompetencia y torpeza, Cowen se vio finalmente obligado a adelantar la fecha de unas elecciones que había planeado inicialmente para el 11 de marzo.

Pese al evidente colapso de su gobierno, Cowen había insistido en permanecer como primer ministro para intentar aprobar una ley económica que incluya cambios presupuestarios restrictivos dictados por el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea.

El impacto del desmoronamiento del gobierno en los resultados electorales del Fianna Fail (FF) se augura catastrófico. Con delegaciones en cada parroquia y vínculos estrechos con los deportes gaélicos, la Iglesia católica e importantes compañías, el FF ha logrado tradicionalmente más del 40 por ciento de los votos, permitiéndole gobernar en coalición con partidos menores.

En las últimas elecciones, en 2007, justo antes de que estallase la burbuja inmobiliaria y la crisis de crédito, el FF obtuvo 77 de los 166 escaños en el Dáil y formó un gobierno de coalición sumando los seis parlamentarios del Partido Verde. Ahora, con las encuestas mostrando que su apoyo popular ha caído hasta el 14 por ciento, los analistas predicen que el partido se enfrenta a una época en la oposición, o incluso a la desaparición total del parlamento.

El principal partido de la oposición, el Fine Gael, que actualmente tiene 51 escaños y cuyas políticas centristas difieren poco en realidad de las del FF, parece que podría ser el próximo encargado de formar gobierno, en coalición con un revitalizado Partido Laborista.

No obstante, los votantes están tan desilusionados con los grandes partidos que se podría producir un giro hacia la izquierda en el arco político irlandés, con el Sinn Fein y los socialistas independientes afianzándose en varias circunscripciones electorales.

Pese a residir fuera de la república, el líder del Sinn Fein, Gerry Adams ha anunciado que se presentará como candidato en County Louth en las próximas elecciones. Adams es miembro del parlamento británico por Belfast Oeste (Irlanda del Norte), y ya ha renunciado al puesto para presentarse a los comicios. Sin embargo, debido a una ley de hace más de cuatro siglos, un miembro del parlamento británico tan sólo puede renunciar al cargo si pasa a ejercer un cargo remunerado para la corona, a lo que Adams se opone.

Si tal y como se espera Adams logra un escaño, podría pasar a la historia como el primer político que se sienta al mismo tiempo en los parlamentos británico e irlandés.

El Sinn Fein, que aspira a una Irlanda unida y actualmente tiene cinco escaños en el Dáil, espera quitarle votos a Fianna Fail.

Los trabajadores irlandeses, golpeados ya por un incremento de los impuestos y enormes recortes sociales y en servicios, han visto este mes cómo sus nóminas se reducen entre un 2 y un 7 por ciento debido a una nueva tasa. A un trabajador que ganaba 2.000 euros al mes, por ejemplo, le han bajado el sueldo en 140 euros, mientras que alguien con una nómina de 900 euros ha perdido 36.

Los programas de radio se han visto inundados por llamadas de oyentes enfurecidos que se quejan por esta nueva tasa, conocida como "cargo social universal", a la que muchos describen como una manera de extorsionar a la clase media y baja para pagar el rescate de la banca.

Los candidatos a las elecciones irlandesas luchan tradicionalmente por los votos llamando puerta a puerta en sus circunscripciones. Ante la próxima cita electoral, algunos candidatos del Fianna Fail quizás se planteen que es más prudente dejar su propaganda en el buzón y marcharse rápidamente.

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