Los supervivientes del Costa Concordia: "La tripulación nos decía que era solo un apagón eléctrico"

    • Los supervivientes del Costa Concordia han descrito por primera vez los episodios de pánico y el caos que se desarrolló durante la noche del 13 de enero 2012.
    • Han asegurado al Tribunal de Grosseto (Toscana) que las órdenes dadas por los oficiales a los pasajeros para que regresaran a sus camarotes fueron una sentencia de muerte para muchos.

Los supervivientes del naufragio del Costa Concordia han descrito por primera vez los episodios de pánico y el caos que se desarrolló durante la noche del 13 de enero 2012 durante el juicio celebrado contra el capitán Francesco Schettino en el Tribunal de Grosseto .

Han asegurado al Tribunal de Grosseto (Toscana) que las órdenes dadas por los oficiales del buque a los pasajeros para que regresaran a sus camarotes fueron una sentencia de muerte para muchos, que quedaron atrapados por la crecida de las aguas cuando el barco se hundió. Además, han afirmado que "ni siquiera la tripulación sabía qué hacer ".

"La tripulación nos pedía que regresáramos a nuestras habitaciones. Sabíamos que eso significaba quedarnos atrapados por lo que decidimos tirarnos por las cubiertas para tratar de escapar", declaraba Ivana Codoni, una de las pasajeras que prestó declaración y que sufre un trauma psicológico desde hace dos años.

"Cada media hora la tripulación nos decía: es sólo un apagón eléctrico, mantengan la calma", comentaba al tribunal Liliana Dobrian, otra de las supervivientes que prestó declaración.

"Todo cambió, en el momento del impacto", aseguraba Claudia Poliani. "Pasamos de un estado de ánimo de felicidad al pánico. Estaba oscuro y nadie nos ayudó. No vimos a ninguno de los oficiales del buque, sólo a los camareros y camareras. Ellos no hablaban italiano, ni muy bien inglés. Tuvimos que llevar los chalecos salvavidas nosotros mismos. Durante la evacuación, 32 personas perdieron la vida y muchos más resultaron heridos al saltar al agua".

Los restos de esta nave han permanecido en el lugar del incidente desde que el Costa Concordia naufragara frente a las costas toscanas (en la isla italiana de Giglio) con 4.229 personas a bordo. El siniestro se saldó con la muerte de 32 personas, entre ellos el turista español Guillermo Gual y el peruano -miembro de la tripulación- Thomas Alberto Costilla Mendoza. Otras 64 resultaron heridas.

El capitán, Francesco Schettino, y el primer oficial, Ciro Ambrosio, fueron arrestados y acusados de abandono de la nave, naufragio y homicidio múltiple culposo.

Fue en septiembre del pasado año cuando se enderezó la nave, que permanecía inclinada.

En la actualidad se están llevando a cabo los trabajos para reflotar la nave, que permanece, por otro lado, a la espera de que se elija un puerto para albergarla y proceder a su definitivo desmantelamiento. El Gobierno italiano no ha logrado hasta el momento tomar una decisión sobre a qué punto debe ser enviado, mientras tanto Génova, Palermo y Piombino (Toscana) rivalizan para ser los elegidos.

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