Los talibanes atacan el aeropuerto y una base de OTAN en Afganistán

  • Un comando talibán ha atacado el aeropuerto y una importante base militar de la ciudad afgana de Jalalabad (al este del país). La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad asegura haber repelido la acción y matado a varios de los agresores. Varios soldados han resultado heridos leves. Los atentados a estas importantes infraestructuras para las fuerzas extranjeras se producen un día después de que el nuevo jefe de la misión internacional en Afganistán, el general Petraeus, anunciase que lo peor aún estaba por llegar en esta guerra.
Un comando talibán ataca el aeropuerto de la ciudad afgana de Jalalabad
Un comando talibán ataca el aeropuerto de la ciudad afgana de Jalalabad
Agencias

La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) informa en un comunicado que"varios" insurgentes han muerto durante el ataque a Jalalabad, cerca de la frontera con Pakistán, que comenzó por la mañana a cargo de un grupo equipado con lanzagranadas, armas cortas y un coche cargado de explosivos que estalló a las puertas del aeropuerto.

"No entraron en el perímetro del aeropuerto, y varios insurgentes murieron durante el ataque. Dos soldados de las tropas conjuntas (afganas e internacionales) resultaron heridos leves", asegura en la nota la organización, que descarta que hubiera víctimas civiles.

Un portavoz talibán, Zabiullah Mujahid, ha afirmado a la agencia afgana AIP que el grupo, compuesto por diez hombres, ha matado o causado heridas a 152 soldados de la OTAN y 15 afganos, aunque los talibanes suelen exagerar sus partes de bajas.

Seis miembros del comando han muerto y los otros cuatro lograron escapar, según Mujahid, que agregó que los insurgentes sí han logrado entrar en el aeropuerto y han destruido trece aeronaves.

Los insurgentes han puesto un coche bomba y han lanzado varias granadas propulsadas por misiles a la base militar, según informa la BBC.

Dentro del perímetro del aeropuerto de Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar y en una de las zonas de influencia de las milicias insurgentes, hay una base de las tropas de EEUU desplegadas en Afganistán, que se encargan de la gestión de las instalaciones.

La carretera de Jalalabad-Torkham, junto a la base, se ha cerrado al tráfico durante el enfrentamiento, y varios cazas de combate de las tropas internacionales han sobrevolado la zona.

Testigos citados por AIP han dicho haber escuchado una gran explosión, que ha precedido a otras dos, y aseguran que más tarde comenzó un tiroteo en la base más grande e importante en el este de Afganistán.

Recrudecimiento de la guerra

El doble ataque se produce tan sólo unas horas después de que el general David Petraeus, nuevo jefe de la misión de Estados Unidos y de la OTAN en Afganistán, afirmara en una comparecencia ante el Senado estadounidense que lo peor de la guerra aún está por llegar.

En su opinión, la situación de la seguridad es "débil" y "los duros enfrentamientos continuarán; es más, podrían intensificarse en los próximos meses", advirtió. "Mientras eliminemos los refugios seguros del enemigo y reduzcamos la libertad de acción del enemigo, los insurgentes contraatacarán", añadió.

Ofensiva talibán contra aeropuertos y bases militares

En los últimos dos meses, los talibanes han protagonizado varias acciones contra bases o aeropuertos ligados a las tropas internacionales desplegadas en Afganistán, como parte de una ofensiva de primavera bautizada por los insurgentes como "Victoria".

El pasado 22 de mayo, un grupo de talibanes intentó penetrar sin éxito en el aeropuerto de Kandahar, la principal base de las fuerzas extranjeras en el sur del país, aunque fueron repelidos tras causar varios heridos entre soldados de la ISAF y empleados civiles.

Y tres días antes, otro comando insurgente atacó la base de Bagram, la principal de las fuerzas de EEUU en Afganistán, una acción en la que murieron un contratista estadounidense y cerca de una docena de insurgentes.

La llegada del buen tiempo ha traído un recrudecimiento de la violencia que sufre el país.

Con 101 soldados muertos, junio ha sido el mes más sangriento para las tropas internacionales desde el inicio de la invasión de Afganistán, en 2001.

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