Madame Ashton no habla francés

  • Si en España, los mandatarios como el presidente José Luis Rodríguez Zapatero reciben críticas por no defenderse en inglés, la alta representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, está viviendo la otra cara de la moneda. Los franceses le echan en cara que no utilice la que es la lengua de la diplomacia por excelencia y a la vez se muestran preocupados, porque el uso de su idioma esté descendiendo en los organismos de la Unión Europea. Sarkozy incluso ha invitado a Ashton a un curso intensivo de francés.
La alta representante europea presenta el proyecto del servicio diplomático
La alta representante europea presenta el proyecto del servicio diplomático
Teri Schultz | GlobalPost

(Bruselas, Bélgica). Catherine Ashton, la nueva y a menudo vilipendiada alta representante de la Unión Europea, no habla bien el francés (¡ohlalá!), y normalmente descarta hablarlo en sus intervenciones como la cara visible de la política exterior comunitaria, a pesar de ser la lengua diplomática por excelencia en la UE. "Oui, je peux parler français, mais je ne suis pas très bien en français", dijo recientemente ("sí, sé hablar francés, pero no soy muy buena").

Desde que ocupa el puesto, la baronesa británica ha sido atacada duramente por todo, desde su apariencia hasta por su decisión de no viajar a Haití inmediatamente después del terremoto de enero, pasando por si había sido lo suficientemente crítica con la Unión Soviética durante la década de 1970. Pero los medios franceses han mostrado un desdén especial por su incapacidad para hablar el que se considera históricamente el idioma de la diplomacia.

Hace algún tiempo, este "desperfecto" seguramente le habría impedido ser designada para el alto cargo que desempeña.Con motivo del 40 aniversario de la fundación de la Organización Internacional de la Francofonía (OIF), el Gobierno francés ha invitado a Ashton a mejorar su dominio del idioma en un curso intensivo en un chalé en el sur de Francia. Si pretendía ser una pulla, Ashton la neutralizó totalmente al aceptar la propuesta supuestamente encantada, y ya está buscando la forma de hacer el curso esta primavera.

El inglés no ha acaparado totalmente la diplomacia. El francés es todavía uno de los seis idiomas oficiales de trabajo de las Naciones Unidas, uno de los tres idiomas de trabajo (junto con el inglés y el alemán) de los 20 que maneja la UE, y en la OTAN comparte con el inglés el estatus de idioma oficial. Entonces, ¿por qué los francófonos temen estar perdiendo la batalla por mantener el francés como la lingua franca de Europa?

No es todo producto de la imaginación. Según la página web del Senado galo, la proporción de documentos de la Comisión Europea redactados originalmente en francés ha disminuido drásticamente desde 1996, bajando del 38 por ciento al 11,8 por ciento en 2008. Al mismo tiempo, la proporción de documentos europeos preparados en inglés ha pasado de ser en ese periodo del 45,7 por ciento al 72,48 por ciento.

"No puedo aceptar que se nos imponga sistemáticamente hablar inglés. English is not the only language in the world ("el inglés no es el único idioma del mundo")!", ha dicho un prominente miembro francoparlante del Parlamento Europeo (PE), el belga Louis Michel.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, se ha tomado el asunto de manera aún más seria y ha designado al ex primer ministro Jean-Pierre Raffarin como "enviado especial de la francofonía" para presionar a las instituciones a que mantengan el uso oficial del francés. Raffarin ya ha estado en Bruselas y en la sede de la ONU en Nueva York para dar forma a la causa de París.

Según Michel, en el Parlamento Europeo "cuando estás en un comité y hay 25 personas que hablan francés y sólo una que habla inglés, estás obligado a hablar inglés. ¡Eso no es justo!". El parlamentario ha llegado a calificar esta situación de "terrorismo lingüístico" contra los francoparlantes.

Peter Adler, un agregado de prensa que trabaja con el Grupo del Partido Popular Europeo, la mayor formación del PE, asegura que se ha experimentado un enorme cambio desde que comenzó su carrera en la UE, a principios de la década de 1990. En esa época, recuerda, la mayor parte de la legislación se redactaba originalmente en francés y después se traducía al resto de los idiomas.

"Si uno quería saber rápidamente lo que se incluía en la última propuesta de la comisión, tenía que leerlo en francés", asegura Adeler. "Ahora el 80 por ciento se redacta en inglés y después se traduce".

Adler, un danés que habla el francés con fluidez desde su juventud, encoje los hombros cuando se le pregunta si esto es algo justo para los francoparlantes. "El hecho es que tenemos un montón de colegas que hablan inglés. Tan sólo es la realidad".

Este patrón se puede encontrar en todas las instituciones internacionales, incluyendo la ONU y el Fondo Monetario Internacional, encabezado precisamente por un francés, el ex ministro de Finanzas Dominique Strauss-Kahn.Pero los franceses no son los únicos preocupados por esta tendencia.

Robert Compaore, un funcionario de la Embajada de Burkina Faso, explica que el francés es sin duda el idioma más importante en su país. A medida que se va imponiendo el inglés, dice, "se nos hace más difícil. Nosotros esperamos que el francés se use más y más".

A unas cuantas manzanas del PE está la sede en Bruselas de la Alianza Francesa, la mayor red de escuelas de francés del mundo, que también se encarga de difundir la cultura y el arte de Francia. Pese a que pueda haber una caída en el uso oficial del francés en algunos ámbitos, en esta institución no lo parecen estar notando. El periodista húngaro Gyorgy Foris dice estar acudiendo a unos cursos al centro porque "es necesario como herramienta de trabajo. Hay muchas situaciones en las que las personas sólo hablan francés, o prefieren hablar en francés".

Seguro que Lady Ashton espera poder estar a esa altura después de su semana de inmersión lingüística en la campiña francesa.

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