El magnate de la comunicación Jimmy Lai, que fue detenido el lunes junto a otras nueve personas por supuestas violaciones de la nueva ley de seguridad nacional, ha sido puesto en libertad bajo fianza, según informaciones del diario 'South China Morning Post'. Lai, que ha tenido que pagar unos 500.000 dólares hongkoneses (unos 55.000 euros) de fianza, ha salido de la comisaría de Mong Kok, donde se han reunido decenas de seguidores y activistas, que lo han saludado al grito de "¡apoyo al 'Apple Daily', apoyo hasta el final!".
Varios medios de comunicación han señalado que los otros nueve arrestados están siendo también puestos en libertad. Por su parte, la influyente activista Agnes Chow ha tildado la situación de "persecución" y ha asegurado que "aún desconoce por qué ha sido detenida". En este sentido, ha alertado de que esta ha sido la detención que "más miedo le ha dado" de las cuatro a las que ha hecho frente. Así, ha explicado que su pasaporte fue confiscado.
Las autoridades informaron el lunes de que, amparadas por el artículo 29 de dicha norma, las detenciones se han producido por motivos que ponen "en peligro la seguridad nacional", después de que los sospechosos hubieran sido sorprendidos pactando "con un país extranjero" o "elementos externos". A lo largo de la jornada, unos 200 policías irrumpieron en las oficinas centrales del 'Apple Daily' para llevar a cabo un registro. Allí fueron arrestados dos hijos de Lai y otros cuatro altos cargos del rotativo local por cargos similares.
La nueva ley de seguridad nacional, promulgada por Pekín para Hong Kong, persigue la sedición, la traición, el separatismo y la injerencia extranjera y podría derivar, por primera vez, en la apertura de oficinas de agencias de seguridad chinas en la excolonia británica.
Hong Kong está inmerso en una escalada de tensión que comenzó el año pasado por una polémica ley de extradición a la China continental, aunque finalmente fue desechada, y que ha continuado en los últimos meses por la ley de seguridad nacional, que fue aprobada en junio. Los activistas hongkoneses, ONG y gobiernos occidentales ven en este fortalecimiento del control de Pekín sobre el territorio una amenaza al régimen de derechos y libertades del que disfruta Hong Kong conforme al acuerdo entre China y Reino Unido para devolver la ex colonia a soberanía china.
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