Malala quiere ser la primera ministra de Pakistán

    • La activista paquistaní y Premio Nobel de la Paz Malala Yusafzai ha asegurado que espera poder iniciar una carrera política una vez terminados sus estudios en Reino Unido.
    • Su intención de convertirse en primera ministra de Pakistán y seguir la estela de uno de sus referentes, la que fuera dos veces primera Ministra de Pakistán, Benazir Bhutto.
La niña paquistaní Malala Yousafzai.
La niña paquistaní Malala Yousafzai.
S.C.

"Quiero servir a mi país y mi sueño es que se convierta en un país desarrollado en el que todos los niños tengan acceso a la educación", Con estas palabras, la premiada más joven de la Academia sueca, volvió a repetir su intención de convertirse en primera ministra de Pakitán y seguir así la estela de uno de sus referentes, la que fuera primera Ministra de Pakistán, la asesinada Benazir Bhutto.

La activista paquistaní y Premio Nobel de la Paz Malala Yusafzai ha asegurado que espera poder iniciar una carrera política una vez terminados sus estudios en Reino Unido. "Si puedo servir mejor a mi país a través de la política y de convertirme en primera ministra, elegiría eso".

Asimismo, y tras destacar que es un gran honor para ella compartir el Nobel con el activista indio Kailash Satyarthi, ha explicado que el galardón le ha dado "más esperanza y más valor". "Me siento más fuerte que antes porque siento que mucha gente está conmigo", ha dicho.

"Hay más responsabilidades, pero me he impuesto esas responsabilidades. Siento que tengo que responder ante Dios y ante mí misma y que debo ayudar a mi comunidad. Es mi tarea", ha añadido Malala.

Tiroteada en 2012 por integristas talibanes por defender la educación femenina en su país, Malala se ha convertido en "portavoz principal" de la lucha por los derechos de las niñas a la educación, según resaltó en la motivación del premio el Comité Nobel noruego, que la califica además de "ejemplo".

Malala, que vive en el Reino Unido tras el atentado, es a sus 17 años la ganadora más joven en la historia del galardón, que el año pasado premió a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) por sus esfuerzos para eliminar esos arsenales.

La adolescente paquistaní Malala Yousafzai comparte el galardón con el presidente de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, el indio Kailash Satyarthi. Ambos reciben hoy el Nobel de la Paz en el ayuntamiento de Oslo por su lucha por los derechos de los niños.

Satyarthi, de 60 años y a quien el comité ha comparado con Mahatma Gandhi, ha liderado protestas pacíficas contra la explotación infantil y contribuido al desarrollo de convenciones internacionales sobre los derechos de los niños.

Ambos compartirán los 8 millones de coronas suecas (879.000 euros, 1,1 millones de dólares) con los que está dotado el premio este año y recibirán el diploma y la medalla honoríficos en la ceremonia que comienza a las 12 horas GMT y a la que asistirán la familia real noruega y otras autoridades.Malala, el rostro que se enfrentó a los talibanes por defender el derecho a estudiar

"Los talibanes disparan a una niña de 14 años por defender su derecho a estudiar". Con este titular, el mundo conocía a Malala Yusufzai.
Pero Malala ya se había convertido, sin quererlo, en la voz de millones de niñas musulmanas de Pakistán y Afganistán. Fue amenazada por los talibanes por escribir un blog en la BBC defendiendo en derecho de las niñas a ir a la escuela. "Fui al colegio con un vestido de colores, contenta. El director del colegio nos dijo que no podíamos ir con uniforme, que era peligroso", escribe Malala en el blog. En él nunca perdía la esperanza. ¿Qué hizo ella después de que la amenazaran? Ponerse un vestido chillón, de colores. Como es una líder, el resto de niñas hicieron lo mismo. "El ambiente en la escuela fue fantástico", relató en su blog. Toda una experiencia. Acabó pronto. El director les dijo que no podían ir así al colegio, que llamaban la atención, que era peligroso.

Su blog era el orgullo de la familia. "A mi padre se lo han enseñado hoy y ha sonreído orgulloso, pero ¡no le podía decir a nadie que lo había escrito su hija! Malala ha reconocido siempre que se aburre sin libros que leer, que es feliz con su bolsa del cole, que tiene fe en que su país cambie.

Malala se puso de mal humor cuando se enteró de que después de las vacaciones lo mismo nunca volvería a la escuela. La gente tenía miedo. Ella se preguntaba por qué ella y sus amigos tenía que vivir bajo las bombas, despertar en la noche, tener miedo. Malala desea pasear con su padre, ir de comida campestre como cuando era niña. Sólo 11 valientes fueron a clase bajo el mando de los talibanes, las familias prefirieron trasladarse a vivir a una zona menos arriesgada. Peshawar, Lahore y Rawalpindi eran los destinos. Camino de la escuela a casa alguien la dijo: te voy a matar. Malala se dio la vuelta. No era a ella, el hombre hablaba por el móvil. Respiró.

Pero, el 9 de octubre de 2012, un hombre detuvo el vehículo escolar en el que viajaba, preguntó por Malala y abrió fuego contra ella y otras dos niñas. Yusufzai fue atendida de heridas en el cuello y la cabeza y milagrosamente sobrevivió. Aquí empieza la leyenda.

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