Muere un niño de tres años, su abuelo y su pareja a manos de la mafia calabresa

    • Las peores sospechas se confirman al encontrar los cuerpos carbonizados de dos adultos y un pequeñín de apenas 3 años, muerto a balazos y quemado, todavía sentado en su sillita de seguridad.
    • El pequeño había vivido con su madre en prisión, y ahora estaba a cargo de su abuelo Giuseppe.
Fiat calcinado en Calabria.
Fiat calcinado en Calabria.
Manuel Gil
Manuel Gil

Es domingo en Cassano allo Ionio (Cosenza), una bonita mañana en uno de los rincones bonitos de Calabria. Pero no hay belleza alguna en el coche calcinado que los agentes de policía han encontrado en una zona apartada del municipio.

Las peores sospechas se confirman al encontrar los cuerpos carbonizados de dos adultos y un pequeñín de apenas 3 años, muerto a balazos y quemado, todavía sentado en su sillita de seguridad. Qué cruel ironía.

I bambini non si toccano, era (según decían ellos mismo) una de las máximas de las familias mafiosas en Italia. Una excepción más que añadir a la larga lista de mentiras sobre las que se sustenta la historia de sangre y sinsentido de esta organización.

Los tres cuerpos sin vida dentro del Fiat Uno apenas reconocible, están cosidos a balazaos. No murieron por las llamas, los mataron, a sangre fría.¿Qué pasa por la cabeza de alguien que apunta su arma a la sillita de un niño que apenas balbucea? Los pecados de los mayores los heredan los hijos... y los nietos.

No hay sorpresa para los agentes, fogueados hasta ahumarse en uno de los territorios habituales de la mafia calabresa, la Ndrangheta. Saben que han encontrado a Giuseppe Iannicelli (56 años), a su novieta marroquí Ibtissam Touss (de 27 años) y al pequeño Nicola Campolongo, a quien llamaban Cóco, nieto de Iannicelli y fruto maduro de la Italia más sordida, al que no dejaron comenzar a vivir.Una deuda de drogas

Las primeras pesquisas policiales apuntan a una deuda en un asunto de drogas, y el triple crimen a la forma de cobro ejemplar preferida por la organización mafiosa, tal y como apunta El Corriere della Calabria.

El mismo rotativo cuenta que hace una década, Iannicelli estuvo en el centro de la investigación Borgo pulito, junto a su exesposa. Iannicelli resultó ser el jefe de la organización que dirigía el menudeo de droga en territorio Cassanese.

El nombre de Giuseppe Iannicelli también apareció en el transcurso de una investigación bautizada como operación Galaxy, en la que estaban involucradas 181 personas en Cosenza. Fue entonces cuando Iannicelli fue denunciado por asociación criminal con la mafia.

Tras cumplir una condena a prisión de ocho años, actualmente Giuseppe era lo que se llama un sorvegliato speciale, una fórmula usada en Italia para designar a aquellos individuos bajo vigilancia especial, que además debía permanecer en su domiclio entre las 8 de la tarde y las 8 de la mañana. La condena de Cocò, nieto de Giuseppe, comenzó en 2012, cuando su madre Antonia Iannicelli, fue arrestada por cargos relacionados con el tráfico de drogas.Criado en prisión

Con tres años de vida, Cocò ya había conocido la cárcel. Allí acabó con dos años, cuando la policía detuvo a su padre y a su madre en 2012. Al principio, la justicia concedió a Antonia el arresto domiciliario, para poder seguir criando a su bebé con cierta normalidad, pero después volvió a estar entre rejas por haber quebrantado las condiciones impuestas.

El pequeño Cocò acabó entonces en la sección de mujeres de Castrovillari. Y no era desconocido para la opinión pública, ya que el líder del movimiento por los Derechos Civiles, Franco Corbelli, informó que a sus dos años Cocò había estado junto a su madre en el búnker jaula durante todo el proceso ante la audiencia.

La denuncia de Corbelli surtió efecto, y el Presidente de la Corte castrovillarese decidió renovar la medida de arresto domiciliario para Antonia Iannicelli el 22 de diciembre de 2012.

Pero sólo unos meses más tarde, la madre preguntó si podía llevar a sus hijos a prisión para que pudieran ver a su padre. A pesar de que le denegaron la solicitud, Antonia se los llevó sin permiso a la cárcel en la que estaba su marido. Y la visita le costó una nueva detención.

Al regresar tras las rejas, Antonia decidió entregar al pequeña Cocò a su abuelo Giuseppe, con quien compartió los últimos días de su corta vida. Su abuelo, conocido entre los suyos como Peppe, no era el mejor modelo para el niño, como recordaba ayer L'Ora della Calabria en un reportaje con pocas dudas:"Peppe, una vita consacrata al narcotraffico".

Al final, Cocò ha perdido la vida en familia, por culpa de su familia. Franco Corbelli, del movimiento por los Derechos Civiles de Italia, ha expresado su dolor e indignación por el trágico final de Cocò en la web de su organización."Hice todo lo que pude"

"Ho fatto di tutto, ho lottato per un anno per aiutare e salvare questo bambino e la sua giovane mamma, che ero riuscito a far scarcerare un anno fa. Non sono poi riuscito a far ottenere, dopo il nuovo arresto, almeno i domiciliari alla madre del piccolo Cocò".

"Tutto quello che ho fatto purtroppo non è servito a niente. Ha prevalso la ferocia, la barbarie, la crudeltà che non si è fermata nemmeno di fronte ad un bambino, Cocò, un piccolo angelo, che il Signore oggi ha accolto in Paradiso".

(Traducción): "He hecho de todo, he luchado durante un año para ayudar y salvar a este niño y a su joven madre, a la que se había logrado excarcelar hace un año. No se pudo lograr otra vez, después de la nueva detención, por lo menos el arresto domiciliario de la madre del pequeño Cocò". "Todo lo que he hecho, por desgracia, no ha servido para nada. Prevaleció el salvajismo, la barbarie, la crueldad que no se detuvo incluso ante en el rostro de un niño, Cocò, un pequeño ángel, que el Señor ha recibido hoy en el Paraiso

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