"Necesitamos un compromiso de Obama con la frontera, no un pobrecitas"

“Hasta 2001 trabajaba en una fábrica textil pero se la llevaron fuera de EEUU y perdí mi trabajo”. Rosalía Hernández, de 46 años, es madre de tres hijos. A las puertas de la Casa Blanca (Washington D.C.), Hernández se sienta junto a otras diez compañeras. La huelga de hambre comenzó hace cuatro días, “siento una poquita de debilidad, pero no nos vamos a quedar a medias en esta lucha” sentencia.

Después de cuatro días de huelga de hambre frente a la residencia del presidente de EEUU, Barack Obama, pocas cosas han cambiado para estas once mujeres. Todas proceden de la ciudad fronteriza de El Paso, por eso estas mujeres de origen mexicano, se consideran a sí mismas “mujeres fronterizas” más que estadounidenses explica otra de las mujeres.

La razón por la que hacen esta huelga es la falta de inversión del Gobierno de Obama en la frontera. El Paso no es un ambiente atractivo para las empresas, y la mayoría de la inversión se queda en el mantenimiento del muro. Cerca de Hernández, se encuentra María Lerma. Al igual que la primera, tiene tres hijos, pero unos años menos (29). Lerma  explica que “hay gente se impresiona al vernos, pero hay muchos que no se paran a pensar por qué estamos aquí”. Comenzó a trabajar con 17 años pero nunca tuvo un puesto estable, “no había trabajo para las personas que no terminamos la escuela”.

Lerma dice encontrarse bien, y explica que le ayuda saber que lo que está haciendo “es para una causa buena”.

Un mensaje para Obama

“Necesitamos un compromiso seguro, no solo una simpatía y un pobrecitas” dice Rubí Orozco, coordinadora esta acción de la ONG 'Mujeres Obreras' de El Paso. Ya existe una comisión que nuestro congresista Silvestre Reyes ya llevó al Congreso, pero no recibió fondos. Eso indica que ya hay un reconocimiento, pero nunca ha habido un compromiso y queremos que haga prioridad del desarrollo de las fronteras.

A Rosalía Hernández le gustaría que Obama “no olvide a la comunidad pobre, que no olvide a los latinos que vivimos en EEUU”.

El problema del libre comercio

“Nosotras sabemos nuestros problemas y nuestras soluciones” dice Orozco. La causa de la protesta es complicada, la solución: fácil. La frontera entre EEUU y México“es la región más empobrecida del país” explica. “Casi toda la inversión que el Gobierno de EEUU hace en la frontera es para construir el muro y traer más agentes fronterizos, pero ni esos trabajos nos llegan” asegura la coordinadora.

Para las once mujeres, el mayor obstáculo les ha venido dado por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que entró en vigor en 1994. La apertura de los mercados entre Canadá, México y EEUU “ha hecho que 35.000 mujeres perdiesen sus empleos” dice Orozco. Muchas empresas textiles se trasladaron a México y las que quedaron “no querían emplearlas por no saber inglés”.