"La foto es lo más importante", le dijo Zapatero al monarca alauí. Esta frase ha sido la anécdota que ha marcado la cuarta reunión entre ambos líderes. Un encuentro que se producía con una larga lista de cuestiones pendientes como telón de fondo, pero que ayer no se abordaron.
El encuentro se produce cuatro días después de la visita del líder del PP a Melillay de la carta que el primer ministro marroquí, Abbas el Fassi, envió a éste reclamando un "debate serio" que permitiera poner fin a la "ocupación de Ceuta y Melilla". Pero sobre todo, esta reunión se producía después de que el pasado mes de agosto, Marruecos acusó a la Policía española de haber tomado un giro racista en la frontera y de haber agradedido a algunos de sus compatriotas.
Nada se habló sobre estos incidentes, ni sobre Ceuta y Melilla... ni sobre el Sahara. ¿Por qué? La respuesta que dió Zapatero a la prensa fue muy vaga: "Hay un principio de respeto y buena voluntad y no ha sido necesario profundizar ni descender a ningún detalle".
Según explicó, al hablar de Melilla ambos se centraron en lapolítica migratoria y, sin entrar en circunstancias concretas, -enreferencia a los incidentes entre ambos países los últimos meses-acordaron que los ministros de Exteriores se mantengan en"permanente colaboración" para resolver los problemas que seproduzcan.
"No ha sido necesario descender a ningún detalle", reiteróZapatero antes de recordar la "determinante" colaboración deMarruecos para acabar con los asaltos de inmigrantes de origensubsahariano a las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla.
Según manifestó, todas las cuestiones se abordan "con buenavoluntad, cada uno desde sus posiciones y con resultados positivos,que es lo que interesa"
¿Para que sirvió entonces el encuentro? Pues además de la foto, para poco más. El encuentro tuvo pocos resultados tangibles: se comprometierona celebrar una reunión bilateral de alto nivel en Marruecos el próximo año y a que en breve se incoporen los respectivos embajadores a sus puestos. Alberto Navarro en Rabat y Ahmed Ould Souilem en Madrid.
Pese a ello, Zapatero calificabade "muy positiva" la reunión con el monarca alauí.
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