Nuevo intento de BP para sellar la fuga de petróleo que ya afecta a 160 kilómetros de costa

  • BP afronta hoy un día decisivo en las cinco semanas de desastre medioambiental por el vertido de petróleo en el Golfo de México que ya afecta a 160 kilómetros de costa del estado de Luisiana, cuando se compruebe si su último intento de sellar un pozo submarino tiene éxito. Además, se espera que hoy Barack Obama dicte una prohibición sobre los permisos para nuevas perforaciones.
BP vigila si funciona el intento de sellar la fuga de petróleo
BP vigila si funciona el intento de sellar la fuga de petróleo
Agencias

Mientras BP vigila el intento de sellar la fuga en la tubería con el "top kill", un método que no se había utilizado nunca antes a tanta profundidad-1.500 metros-, el diario The New York Times ha publicado que la empresa intentó ahorrar dinero con el tipo de recubrimiento de cemento.

El jefe de operaciones de BP, Doug Suttles, dijo el miércoles que aparentemente ya sólo fluía lodo, y no crudo, del pozo submarino dañado, seis horas después del inicio de un intento por detener el derrame. La maniobra supone el bombeo de toneladas de lodo de perforación dentro del pozo para superar el flujo de petróleo y gas.

El objetivo es detener el flujo de petróleo el tiempo suficiente para que pueda inyectarse cemento para bloquear definitivamente la filtración. El lodo, una sustancia especialmente creada por la industria petrolera y usada en todos los pozos perforados, pesa el doble que el agua y está siendo bombeado por compresores de 30.000 caballos de fuerza.

Grave crisis medioambiental y económica

Independientemente del resultado de la operación, el vertido se está convirtiendo en el peor de la historia de Estados Unidos, lo que está obligando a Washington a endurecer rápidamente la legislación que afecta a la industria petrolera con nuevas normas de seguridad que también podrían conocerse hoy.

Se espera que el presidente Barack Obama extienda una prohibición sobre los permisos para nuevas perforaciones, según una fuente gubernamental, después de que reciba un informe del Departamento del Interior sobre la marea negra y la explosión en la plataforma Deepwater Horizon que alquilaba la petrolera británica.

"Con el aumento de los riesgos, el aumento de los costes, da un sentido de a dónde vamos", dijo Obama el miércoles en California. "No vamos a ser capaces de sostener este tipo de uso de combustibles fósiles".

En peligro está un ecosistema único, dañado ya por el paso del huracán Katrina, un sector agropecuario muy lucrativo que se ha visto a cerrar en gran parte y la credibilidad de la gestión de crisis del presidente en su primer mandato.

"Más de 160 kilómetros de nuestra costa han sido afectados" por la marea negra, ha dicho el gobernador de Luisiana Bobby Jindal en declaraciones a la cadena CNN después de inspeccionar ayer de nuevo la zona afectada en barco.

El petróleo comenzó a manar del pozo, localizado a 1,6 kilómetros de profundidad, después de que la plataforma Deepwater Horizon explotara el 20 de abril, causando la muerte de 11 trabajadores.

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