Duterte afirma que su opinión sobre las violaciones son libertad de expresión

  • El mandatario filipino ha defendido sus polémicas declaraciones cuando afirmó que habría más delitos sexuales si hubiera "muchas mujeres hermosas".
El presidente de Filipinas, en una rueda de prensa previa a su viaje a Israel.
El presidente de Filipinas, en una rueda de prensa previa a su viaje a Israel.
EFE

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha defendido sus recientes comentarios sobre las violaciones en el país y ha sostenido que forman parte de su libertad de expresión, en el marco de un acto celebrado en Israel. El mandatario filipino afirmó el viernes, hablando sobre los datos de violaciones en su ciudad natal, Dávao (de la que fue alcalde y que tiene el mayor número de casos de violación del país), que habría más si hubiera "muchas mujeres hermosas".

Así, ha defendido que los comentarios eran un chiste, al tiempo que ha recalcado que estaba ejerciendo su derecho a la libertad de expresión en democracia, tal y como han recogido varios medios israelíes. Por otra parte, Duterte se ha disculpado por llamar "hijo de puta" en 2016 al entonces presidente estadounidense, Barack Obama, de cara a una cumbre en medio de la llamada 'guerra contra las drogas', que ha dejado miles de muertos en el país asiático.

"Lamento haber pronunciado esas palabras", ha dicho, en un discurso ante trabajadores filipinos en el que varios de sus asesores le han pedido que dejara de usar un lenguaje procaz, según 'Haaretz'. El presidente filipino ha pronunciado múltiples comentarios controvertidos acerca de las violaciones y las mujeres desde su llegada al poder en junio de 2016, en medio de las críticas por parte de activistas y organizaciones no gubernamentales.

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, afirmó anoche que el aumento de los casos de violaciones y asaltos sexuales en Davao se debe a que la ciudad de la que fue alcalde durante más de dos décadas tiene "muchas mujeres bonitas". "Dicen que se están produciendo muchas violaciones en Davao. Si hay muchas mujeres bonitas, habrá muchas violaciones", señaló en tagalo el mandatario en un acto oficial en la ciudad de Mandaue, en el centro de Filipinas.

Según los últimos informes de la Policía Nacional de Filipinas, Davao se sitúa a la cabeza en Filipinas como la localidad con mayor número de casos de asaltos sexuales, con un total de 42 incidentes de ese tipo en el segundo trimestre de 2018. El presidente filipino, mujeriego confeso y conocido por sus discursos fuera de tono, ha estado en el centro de la polémica en varias ocasiones por sus comentarios misóginos, sexistas y despectivos hacia las mujeres.

El caso más sonado fue cuando a principios de junio forzó el beso en los labios a una mujer en un acto público con la comunidad filipina de Seúl, lo que desató numerosas críticas e incluso manifestaciones en las calles de colectivos de mujeres. Pocas semanas después confesó que prefiere contar con hombres para los cargos importantes de su Gobierno porque, en su opinión, "pueden recibir un aluvión de órdenes sin quejarse", mientras que las mujeres sólo son adecuadas para algunos puestos, como las carteras de Turismo o Educación. En las últimas semanas, Duterte, de 73 años, ha criticado repetidamente a la vicepresidenta filipina, la liberal Leni Robredo, de quien ha opinado que "no tiene lo que hace falta para liderar un país" y ayer mismo insistió en que prefiere para Filipinas "un dictador como Marcos" que una presidenta como ella.

En febrero de este año instó a los militares del Ejército filipino a disparar en la vagina de las guerrilleras comunistas para que no pudieran procrear. En el pasado llegó a bromear con el caso de una monja australiana violada y asesinada en 1989 y en otro discurso ofreció "42 vírgenes" a cada turista que visitara Filipinas. De las críticas, en cambio, se ha librado su hija Sara, alcaldesa de Davao desde 2016 y a quien algunos senadores y congresistas promueven como candidata para sustituir a su padre al frente del gobierno del país.

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