Rubalcaba no contestará a las "barbaridades" de Gil Lázaro sobre el caso Faisán

  • Madrid.- El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha advertido hoy de que no va a contestar a las "insidias" y "barbaridades" del diputado del PP Ignacio Gil Lázaro -que le ha preguntado de nuevo sobre el "caso Faisán"-, porque el Congreso no merece que gaste "ni un minuto de su tiempo" en hacerlo.

Rubalcaba no contestará a las "barbaridades" de Gil Lázaro sobre el caso Faisán
Rubalcaba no contestará a las "barbaridades" de Gil Lázaro sobre el caso Faisán

Madrid.- El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha advertido hoy de que no va a contestar a las "insidias" y "barbaridades" del diputado del PP Ignacio Gil Lázaro -que le ha preguntado de nuevo sobre el "caso Faisán"-, porque el Congreso no merece que gaste "ni un minuto de su tiempo" en hacerlo.

"Usted -ha afirmado Rubalcaba refiriéndose al diputado 'popular'- dice cosas en esta Cámara que, sinceramente, me planteo si mi obligación parlamentaria consiste en contestarlas o no; dice insidias, barbaridades, con una voz especialmente ensayada para el asunto; el otro día no le contesté y hoy, haciendo un ejercicio de contención, que le pido también a mis compañeros de grupo, voy a hacer lo mismo".

"¿Sabe por qué? -ha continuado el ministro-. Porque creo que la Cámara que representa a todos los españoles no merece que gaste ni un minuto de mi tiempo en contestarle".

De esta forma ha concluido Rubalcaba la ronda de preguntas, dos, que le ha planteado el PP, como es habitual, sobre el presunto chivatazo a ETA, una cuestión que enciende los ánimos en el pleno del Congreso, como se ha podido comprobar hoy.

Después de que el ministro contestara a la primera pregunta del diputado José Ignacio Cosidó sobre el caso, la vicepresidenta de la Cámara, Teresa Cunillera, ha tenido que pedir contención a los diputados presentes en la Cámara porque ha escuchado algunas expresiones que no le gustaría haber oído.

Pero el enfrentamiento más abierto hoy se ha producido entre el ministro y Gil Lázaro, quien ha comenzado preguntándole una vez más si había ordenado el 'chivatazo' o si había recibido órdenes para hacerlo.

"El chivatazo se decidió al más alto nivel para proteger la negociación con ETA; sólo eso explica que un representante del Gobierno, por cierto, amigo del juez instructor, pavoneara ante ETA el 'chivatazo' como prueba de buena fe", ha agregado Gil Lázaro.

La existencia del "chivatazo", según Gil Lázaro, implicaría también que el ministro "no dijo la verdad en los informes de verificación que avalaron el inicio de conversaciones con la banda".

"Este asunto -el caso Faisán- repugna desde el principio", ha continuado el diputado, quien ha vuelto a acusar al ministro y al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de ser, en términos de responsabilidad política, "la X" del caso.

Para Rubalcaba, los planteamientos utilizados por Gil Lázaro en el pleno son un gran número de "mentiras" y "verdades a medias", y que se podrán rebatir en su momento cuando se dicte una sentencia al respecto y "todas estas cosas quedarán claras".

Antes, Cosidó ha insistido en que este caso es "una verdad que está en un auto judicial", una resolución que el ministro ha dicho que acata.

"Repítalo conmigo, el caso Faisán es la mayor vergüenza que se ha cometido en la historia de la lucha contra ETA en este país", ha afirmado Cosidó, quien ha considerado que Rubalcaba tiene "la obligación moral de decir la verdad" sobre el asunto.

Cosidó se ha mostrado convencido de que Zapatero le nombró ministro para que gestionara "la paz sucia con ETA", una afirmación que ha provocado murmullos entre los diputados, y tras la cual el ministro le ha recordado las distintas treguas de ETA y el número de detenciones: en la del PP, dijo, hubo 50; en la última, 100.

Mostrar comentarios