Sensacional hallazgo ¡en Namibia! de un tesoro con oro español y portugués

  • El barco había desaparecido misteriosamente en 1533 sus restos en una laguna artificial del desierto de Namibia.

    Se calcula que el valor de las monedas de oro puede alcanzar unos 11 millones y medio de euros.

El drenado de una laguna artificial posibilitó el espectacular hallazgo de este tesoro de oro español y portugués en Namibia.
El drenado de una laguna artificial posibilitó el espectacular hallazgo de este tesoro de oro español y portugués en Namibia.
Dieter Noli

Los arqueólogos han resuelto el misterio del galeón portugués “Bom Jesús” que desapareció misteriosamente en 1533 cargado de oro y otros metales valiosos. Se hundió en Namibia y durante casi 5 siglos su secreto permaneció oculto hasta que las excavaciones de unos mineros en 2008 se toparon casualmente con unos restos antiguos. Se abría la puerta a un descubrimiento sensacional.

El arqueólogo Dieter Noli comenzó la investigación de los materiales sin sospechar siquiera que podía tratarse de la mencionada embarcación. Tras ocho años de estudio y el descubrimiento de nuevos y muy valiosos restos, ha podido confirmado el sensacional hallazgo.

Los primeros restos se encontraron en una laguna artificial que había sido disecada para acometer unas obras. No es raro que en esa zona cercana a la llamada “Costa de los esqueletos” se encuentren restos de naufragios. Pero nunca había aparecido uno de tanto valor histórico y económico. De ahí que los arqueólogos hayan otorgado una relevancia especial a este hallazgo.

¿Por qué ha tardado tanto tiempo en salir a la luz? Porque se encuentra en una zona de difícil acceso, según ha explicado Dieter Noli a las cadena estadounidense Fox News. “El sitio más importante está en una zona donde rompen las olas con tal violencia que se se hace prácticamente imposible la búsqueda”."Una espada española y algo de oro"

Las obras realizadas en el lugar resultaron en una gran laguna artificial cuya agua fue posteriormente bombeada. En esas operaciones de drenado aparecieron los primeros restos en 2008.

Al principio no sorprendieron mucho a los especialistas en investigación arqueológica marina, porque se trata de una zona donde acontecen frecuentes naufragios. Pero la mayoría de ellos no superaban los 120 años de antigüedad. El mismo Dr. Noli, que llevaba investigando como arqueólogo la zona desde 1996, no esperaba encontrar mucho más “que una espada española y alguna bolsa con oro”.

Pero cuando los trabajadores llamaron a Noli y le mandaron por correo electrónico fotos de los restos que habían encontrado, el arqueólogo reconoció inmediatamente un pieza de cañón del siglo XVI. Por sus vastos conocimientos en historia, Dieter Noli fue capaz de suponer una fecha: 1535. Después comprobaría que se había equivocado sólo por dos años. De cualquier modo, se trataba de un descubrimiento sensacional, pues el barco hundido más antiguo que habían localizado en esa zona era uno holandés que sucumbió en 1747, el Vlissingen.

Cuando llegó a la zona, el dr. Noli comprobó que había otros objetos muy interesantes, como una culata de mosquete de mecha con unas características que databan su fabricación a principios del siglo XVI. Supuso que si un mosquete había aguantado el paso del tiempo, con otros muchos objetos podía haber sucedido lo mismo. Seis días después, encontraban el cofre del tesoro, con más de 11 kilos y medio de monedas de oro español y portugués en su interior.Hundido en su periplo hacia la India

Consiguieron también identificar el nombre del barco hundido. Se trataba del “Bom Jesus” (Buen Jesús), que había desaparecido hace casi cinco siglos en su camino a la India, cargado de oro, estaño, colmillos de marfil y casi 20.000 kilos de cobre. Este último metal jugó un papel clave en la conservación de los restos del naufragio.

Según explica Dieter Noli, el cobre actuó como protector frente a los organismos marinos que devoran materiales como la madera o el cuero.

La razón del hundimiento aún sigue siendo un misterio. Se cree que la combinación de una pesada carga y un lugar virulento en sus condiciones meteorológicas sellaron el destino del “Bom Jesus”. El cofre más valioso debió de caer del camarote del capitán para después quedar sepultado en el fondo marino bajo una enorme parte del buque que se desprendió durante el hundimiento.

Y ahora, ¿de quién es el tesoro? El teoría, el contenido de este tipo de material pasa a ser propiedad del Estado donde se ha encontrado, a menos que se trate de una nave de un país, como es el caso del “Bom Jesús”, que era portugués. Sin embargo, el gobierno de Portugal ha decidido renunciar a sus derechos en favor de la República de Namibia.

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