Los talibán acusan a Hekmatyar de cometer "un gran crimen" al pactar la paz con el Gobierno

EUROPA PRESS

"No sólo hará frente a la ira de Dios por abandonar la yihad, sino que ha cometido un gran crimen", ha indicado el grupo insurgente en un comunicado publicado en su página web.

En el mismo, ha sostenido que Hekmatyar, un importante 'señor de la guerra' del país, "respalda a este Gobierno al cerrar un acuerdo de paz con él", agregando que "equivale a apoyar a las fuerzas de ocupación".

"Si lograr la paz con los ocupantes era tan importante, ¿por qué esta gente amante de la paz no lo hizo con los rusos, que mataron a dos millones de personas y cuya ocupación fue seguida por una brutal guerra civil?", se han preguntado.

Horas después, la facción disidente de los talibán encabezada por el mulá Mohamad Rasul ha aplaudido el acuerdo de paz entre el Gobierno y Hezb-e-Islami, recalcando la postura de la formación contra la ocupación extranjera.

El mulá Rasul ha reclamado a los grupos insurgentes, entre ellos el grupo talibán principal, que adopte una postura similar a la de Hekmatyar y trabaje para liberar el país, según ha informado la agencia afgana de noticias Jaama Press.

El líder de la facción disidente ha descartado participar en negociaciones de paz mientras el mulá Hebatulá Ajundzada, al que se ha negado a jurar lealtad, siga encabezando el grupo.

Las diferentes facciones talibán han combatido unas contra otras en algunas ocasiones por diferencias surgidas en torno al liderazgo del grupo integrista, que cambió tras confirmarse la muerte del mulá Mohamad Omar.

El mulá Rasul y sus seguidores rechazaron el nombramiento del mulá Ajtar Mansur tras la muerte de Omar, y tras la muerte del primero en un bombardeo estadounidense en Pakistán se opusieron también de la llegada al poder del mulá Ajundzada.

LA FIGURA DE HEKMATYAR

Hekmatyar, una de las figuras 'muyahidin' de más relevancia durante la guerra contra la Unión Soviética en los ochenta, fue uno de los señores de la guerra que se vieron involucrados en una cruenta guerra civil tras la salida de las tropas soviéticas del país, que se saldó con cientos de miles de muertos, la mayoría de ellos civiles.

Durante dicho conflicto, los milicianos de Hekmatyar fueron responsables de gran parte de la destrucción de Kabul debido a sus continuos bombardeos contra la capital, que provocaron miles de víctimas civiles.

Posteriormente, accedió al cargo de primer ministro entre 1993 y 1994 --y de nuevo por un breve periodo de tiempo en 1996--, antes de que los talibán se hicieran con el control de la capital, provocando su huida a Irán, donde permaneció durante seis años en medio de la desconfianza por parte de Teherán.

Finalmente, fue expulsado del país en 2002 en medio de presiones por parte del Gobierno de Estados Unidos y el recientemente establecido Ejecutivo afgano de Hamid Karzai tras la invasión estadounidense del país para expulsar a los talibán del poder.

Ese mismo año, emitió un comunicado para llamar a la 'yihad' contra Estados Unidos por su presencia en Afganistán, tras lo que fue declarado en 2003 como un "terrorista global" por el Departamento del Tesoro estadounidense.

Tras varios años en la clandestinidad y continuas amenazas contra Estados Unidos e Irán por supuesto respaldo a Washington durante la guerra contra el Gobierno talibán en 2001, Hezb-e-Islami resurgió con fuerza en 2008 con una serie de atentados contra las fuerzas de seguridad y las tropas de la coalición.

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