Treinta y cinco años después, el Jemer Rojo es condenado por sus crímenes

    • Nuon Chea y Khieu Samphan, los dos únicos dirigentes que siguen vivos fueron condenados este jueves a cadena perpetua para lo que les queda de vida, que será poco.
    • Se calcula que, en total, fueron de 1,7 a 2,5 millones las personas que murieron por purgas, hambre o enfermedad como consecuencia de las políticas implantadas por la dictadura.
El tribunal de Camboya acusa a 4 ex dirigentes del Jemer Rojo de genocidio
El tribunal de Camboya acusa a 4 ex dirigentes del Jemer Rojo de genocidio

Lo que queda del Jemer Rojo ha sido condenado. Más de cuarenta años después de los horríficos hechos, los crímenes de la dictadura de Camboya en los 70 han recibido su respuesta. Nuon Chea y Khieu Samphan, los dos únicos dirigentes que siguen vivos, fueron condenados este jueves a cadena perpetua para lo que les queda de vida, que será poco. Se trata de una sentencia histórica contra este régimen que dejó cerca de dos millones de muertos entre 1975 y 1979.

Se les acusa de "crímenes contra la humanidad". El ideólogo del régimen, Nuon Chea, de 88 años, y el jefe del Estado jemer, Khieu Samphan, de 83, fueron declarados culpables de llevar a cabo "exterminio, persecución política y otros actos inhumanos", entre ellos evacuaciones y desapariciones forzadas, según declaró el juez.

Una sentencia que puede que llegue tarde para la enorme mayoría de sus víctimas, pero que, no obstante fue recibido con lágrimas y aplausos por varios supervivientes que estaban en el exterior de la sala de audiencias.

Una emoción que no se reflejó en las caras de los dos condenados, que no no expresaron ninguna emoción al conocer el veredicto y que ya han anunciado, a través de sus abogados, que la recurrirán.

Llegaron, incluso, a quejarse de la severidad de los cargos. "Es injusto para mi cliente", declaró Son Arun, abogado de Nuon Chea mientras que Kong Sam Onn, abogado de Khieu Samphan, denunció una pena "demasiado severa".

A pesar de la perspectiva de un nuevo juicio de apelación, el portavoz del tribunal, Lars Olsen, afirmó que la sentencia supone "un día histórico para las víctimas camboyanas, que han tenido que esperar 35 años".

Se pone punto final así a dos años de juicios a los dos exlíderes, acusados de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra.

Para acelerar el juicio, el proceso fue divido en bloques y en este primer proceso sólo se trató de las evacuaciones forzadas llevadas a cabo por el régimen, las más importantes de historia. Aún así, no llegó la condena a tiempo para dos de los acusados, Ieng Thirith, la ministra de Asuntos Sociales del régimen, está aquejada de Alhéimer y su marido, Ieng Sary, exministro de Relaciones Exteriores, murió en 2013.Cuatro años de horror por un sueño de igualdad

Pol Pot, Nuon Chea, Ieng Sary, Son Sen y Khieu Samphan. Son los nombres detrás del horror, capaces de provocar un escalofrío en cualquier camboyano. Fueron, entre 1975 y 1979, los líderes del partido de los Jemeres Rojos, como se conocía entonces al partido comunista de Camboya. Apenas cuatro años que condensaron el máximo terror y horror posible.

Los llamados 'killing fields', 'campos de la muerte', son cómo se conocía a las ciudades y pueblos que fueron masacrados enteros. Una obra de muerte que lleva la firma de los Jemeres Rojos, junto a las 200.000 fosas comunes que construyeron para contener los cuerpos sin vida de 1.386.734 víctimas directas del régimen. Se calcula que, en total, fueron de 1,7 a 2,5 millones las personas que murieron por las purgas y por hambre o enfermedad como consecuencia de las políticas implantadas por la dictadura.

Unas víctimas que ocurrían con un objetivo para el régimen: la dictadura "igualitaria" del proletariado. El ejecutivo aprovechó su cruel dictadura para vaciar ciudades, clausurar colegios, tribunales de justicia y mercados, abolir el dinero y la propiedad privada, prohibir las prácticas religiosas y obligar a la población a trabajar en el campo para producir alimentos.

El Jemer Rojo tomó el poder después de la guerra civil del país, que renombraron como República de Kampuchea. Una vez llegaron al poder, buscaron llevar al poder al pueblo, a los campesinos, y prodedieron a eliminar a todos aquellos que se oponían a sus ideas. Estos, cualquiera que tuviera contacto con alguien fuera de Camboya o con el régimen anterior o intelectuales, por ejemplo, eran enviados a unos campos de reeducación, de los que pocos salían con vida.

El régimen fue derrocado por Vietnam en 1979 y el país procedió a pasar una década bajo poder vietnamita. El jefe del Jemer Rojo, Pol Pot, murió en 1998 en el último bastión de la guerrilla maoísta en la selva del norte de Camboya, prisionero de sus propios correligionarios.


Chea y Sampham, los rostros del genocidio que niegan todoSon responsables de que el Jemer Rojo vaciase las ciudades, clausurase los colegios, los tribunales de justicia y los mercados, aboliese el dinero y la propiedad privada, prohibiese las prácticas religiosas y obligase a la población a trabajar en el campo para producir alimentos. Pero Chea Samphan han negado todas las acusaciones por las que se les condena a cadena perpetua.Ambos miembros de la ejecutiva del partido, se llevan cinco años de edad y comparten celda. Al igual que compartían vecindad en las cabañas en las que vivía el Jemer Rojo en Palin, al oeste de Cambodia.Ambos se entregaron en 1998 con una 'amnistía', un proceso de perdón que nunca se vió realizado. Condenados a cadena perpetua, con ellos llega por fin la condena a los crímenes del Jemer.

Khieu Samphan se doctoró de Ciencias Económicas en París en 1959 con una tesis anticapitalista. Controló la línea política de los jemeres rojos desde que le nombraron en 1960 subsecretario del comité central del Partido Comunista de Kampuchea. De familia acomodada, nació el 27 de julio de 1931 y era hijo de un juez. Un pasado intelectual que continuó al frente del Jemer Rojo, como portavoz y voz oficial.

Fue investido presidente de la República Democrática de Kampuchea en 1976, al año siguiente de que los jemeres rojos asumieran el poder por la fuerza.

Sustituyó de forma nominal a Pol Pot en la jefatura del Jemer Rojo en 1985, y participó en las negociaciones de paz auspiciadas por la ONU y que alumbraron los Acuerdos de París de 1991, de los que terminarían por renegar.

Tras la muerte de Pol Pot en 1998, Khieu Samphan y Nuon Chea se retiraron a Pailin con la esperanza de una jubilación tranquila.

Nuon Chea nació en el seno de una familia de origen chino el 7 de julio de 1926 en la aldea de Voat Kor. A diferencia de Khieu Samphan, Pol Pot, Ieng Sary o Ieng Thirith, no cursó estudios universitarios en París, sino en Bangkok, donde camufló su nombre de pila, Long Bunrout, bajo el seudónimo Nuon Chea para eludir arresto por militar en el ilegal Partido Comunista de Tailandia.

De regresó a Phnom Penh, prosiguió su militancia comunista para ser elegido en 1960 vicesecretario del comité central del Partido Comunista de Kampuchea.

Según el tribunal internacional, Nuon Chea también perteneció al comité permanente del Jemer Rojo, presidió el Parlamento y, posiblemente, participó en el comité militar.

Según algunos historiadores, Nuon Chea desde esos cargos dirigió la red de prisiones y mantuvo contacto directo con los principales responsables de las purgas: Pol Pot y el ministro de Defensa, Son Sen, ejecutado por el "hermano número uno" en 1997.

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