Qué poco dura la alegría... Un espejismo, eso es lo que parece que fue el último debate republicano en el que se pudo ver a un Donald Trump mucho más relajado, más educado, debatiendo contra sus contrincantes sin necesidad de alzar la voz, de atacar o insultar. Pero, parece ser que todo se quedó ahí. El precandidato republicano ha vuelto a ser el de siempre, ha vuelto a recurrir al insulto e incluso a las amenazas. Su víctima ha sido el senador de Vermont: Bernie Sanders.
“¡Bernie Sanders está mitiendo cuando dice que a sus agitadores no se les ha dicho que fueran a mis actos. Cuidado Bernie, o mis partidarios irán a los tuyos [actos]”, así amenazaba Donald Trump al aspirante demócrata al que culpa de los últimos enfrentamientos entre partidarios y no partidarios del multimillonario que tenían lugar este fin de semana.Bernie Sanders is lying when he says his disruptors aren't told to go to my events. Be careful Bernie, or my supporters will go to yours!— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 13 de marzo de 2016
Sin embargo, lejos de quedarse callado, Sanders respondía a las acusaciones de Trump tachándolo de “mentiroso patológico”. “Odio decir esto, porque no me gusta menospreciar a un funcionario público, pero Donald Trump es un mentiroso patológico”, a lo que el senador añadía, “está literalmente incitando a la violencia con estos seguidores”.
El magnate republicano iba más allá y aseguraba que pagaría todos los costos legales de aquellos adeptos suyos que agrediesen a los manifestantes que tratan de interrumpir sus actos electorales.
Mañana 15 de marzo es una fecha crucial para las primarias estadounidenses ya que aquel que gane el Estado se hará con todos los delegados correspondientes.
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