Este refugio para mochileros en Camboya ha pasado a ser el mejor casino de China

  • El juego es ilegal en China, por lo que un pequeño pueblo Sihanoukville ha pasado a ser una suerte de Las Vegas para quienes buscan apostar.
Sihanoukville casino
Sihanoukville casino
Nikkei Asian Review

Camboya, como otros lugares exóticos del sudeste asiático, es uno de los destinos predilectos para los europeos que buscan viajar relativamente barato, gastando generosas cantidades casi exclusivamente en el trayecto en avión. Por eso, Sihanoukville (situado en la costa, en pleno golfo de Tailandia) siempre ha sido considerado un refugio para 'mochileros', un lugar con playas paradisíacas pensado para el turismo a precios asequibles. Sin embargo, desde hace aproximadamente tres años, también se ha reconvertido en una suerte de Las Vegas para China.

En este tiempo se han construido multitud de casinos y se han reforzado servicios pensando en la vida nocturna en la ciudad. Lo que antes eran hostales u hoteles meramente turísticos, ahora son complejos dedicados por completo al juego. También se ha reconfigurado el sector laboral: donde antes había camareros en terrazas y pescadores ejerciendo de improvisados capitanes de barcazas, ahora hay crupieres, trabajadores de sala de juegos... y, por supuesto, prostitutas, tal y como relata este artículo de 'CNN'.

Mapa de los casinos de Sihanoukville
Mapa actual de los casinos de Sihanoukville. / Google Maps

El sueldo de los crupieres, al menos en algunos de los casinos más 'chic', es de en torno a 500 dólares al mes. Una cantidad que, aunque pueda parecer escasa, triplica el salario medio en Camboya (actualmente de 170 dólares al mes). En gran medida, porque Sihanoukville ha montado un negocio pensando a lo grande y la mayoría de los jugadores que llegan a la ciudad apuestan fuerte. Y también porque buena parte de los apostantes proceden de China, donde es ilegal apostar tanto online como físicamente.

Por eso, el horizonte de Sihanoukville está plagado de grúas, mientras que las calles y carreteras siguen modernizándose y están permanentemente en obras para adaptar las vías a la llegada cada vez más masiva de turistas del juego. La mayoría de los nuevos edificios son casinos y, en toda la provincia en la que se encuentra la ciudad, ya hay 88 casinos, en comparación con los 15 que había en 2015. Lo más curioso de todo es que los propietarios de los casinos (y de los hoteles, restaurantes y otros establecimientos de entretenimiento) empiezan a ser mayoritariamente chinos. Se calcula que aproximadamente el 90%.

Pero se trata de un aperturismo al capital chino consentido por las autoridades de la ciudad caboyana: al transformar Sihanoukville en una 'meca' del juego, Camboya espera rivalizar con otros centros neurálgicos del juego asiáticos como Macao, Singapur o Manila. Para ello confía en una nueva ley del juego, que Camboya planea publicar el próximo año y que introduciría un impuesto del 4% al 5% sobre los ingresos del casino. En Macao, por ejemplo, es del 38% al 39%.

Además, las facilidades a la hora de abrir un casino han provocado este radical cambio de la ciudad: para obtener una licencia, todo lo que se necesita es demostrar que se tiene una parcela de tierra y pagar un impuesto por la solicitud al Ministerio de Finanzas de Camboya. De hecho, los operadores de casinos en Sihanoukville no están obligados a verificar la identidad de sus clientes o a verificar el origen de sus fondos. Las ganancias del juego no está sujeta a impuestos, aunque el ayuntamiento cobra una tarifa mensual a los casinos más grandes.

Por todo este oscurantismo, el Grupo de Acción Financiera, una organización de lucha contra el crimen fundada por el G7, haya incluido recientemente a Camboya en su lista gris de países vulnerables al lavado de dinero, apuntando a la falta de regulación de sus casinos, que la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ha advertido que podría usarse para lavar el dinero procedente del crimen organizado. Algo 

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