Un mini guerra mundial se está librando en la batalla por Alepo

    • El primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, alertó este fin de semana de que el mundo se aproxima a una nueva guerra fría.
    • La combinación de todos los actores en el conflicto sirio ha dado lugar a una "proxy war" en el que cada facción combate en nombre de un padrino exterior: Irán, Arabia Saudí o Turquía, entre otros.
Alepo desde un drone
Alepo desde un drone

El riesgo de que la guerra de poder en Siria pueda desencadenar un conflicto más grande nunca ha sido más evidente. A pesar de una supuesta pausa en las hostilidades negociada por las potencias mundiales y que debería implementarse esta semana, el conflicto sólo parece ir en aumento.

Las bombas rusas caen del cielo. Las milicias iraquíes y libanesas, con ayuda de Irán, apoyan los bombardeos por tierra. Sobre el terreno, los rebeldes apoyados por EEUU, Turquía, Arabia Saudí y Qatar tratan de frenar el avance de las fuerzas gubernamentales. Por otro lado, las milicias kurdas,apoyadas por Washington y Moscú ganan terreno en el norte y extienden su control. Mientras tanto, Estado Islámico ha afianzado su control sobre varios territorios, aprovechando que los combates apuntan a otros grupos.

Pese a los intentos diplomáticos de las últimas semanas,primero con la Conferencia de Paz de Ginebra III -donde se reunieron varios grupos de la oposición siria con el gobierno, a petición de Rusia y EEUU bajo el auspicio de la ONU- y después con la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC) -que ha reunido a una treintena de jefes de Estado y Gobierno y 70 ministros para intentar lograr un ambicioso acuerdo de cese de la violencia en Siria en el plazo de una semana- da la sensación de que la escalada de violencia en el país se encuentra en niveles nunca antes vistos en el conflicto.

Este fin de semana, otro actor ha intensificado su ofensiva. Ankara ha disparado artillería a través de su frontera por segundo día consecutivo para detener el avance de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una alianza armada kurdo-árabe apoyada por Estados Unidos. Precisamente, la lucha por Alepo aviva las tensiones entre Rusia y Turquía, cuya relación empeoró con el derribo del caza ruso en territorio turco a finales de este mes de noviembre. Precisamente, la incursión turca en territorio sirio condujo a la denuncia ante la ONU de estos bombardeos. Damasco acusó a Ankara de "apoyar a grupos terroristas".

Además, hay que añadir el incremento de la participación de Arabia Saudí en el conflicto. Riad desplegó aviones de combate en una base aérea de Turquía para "intensificar" sus operacionescontra los yihadistas delEstado Islámico.Siria, una proxy war en la que pierde el pueblo sirio

La combinación de todos estos actores en el conflicto ha dado lugar a una "proxy war" o conflicto de configuración en el que cada facción combate en nombre de un padrino exterior,hasta llegar a convertirse en una guerra abierta. Desde el principio, EEUU y los países suníes del Golfo han apoyado a varios grupos armados de la oposición pero además, el país se ha convertido en el escenario de la rivalidad entre Irán y Arabia Saudí por convertirse en potencia regional de Oriente Medio. En todo este polvorín, aparecen Rusia y las potencias occidentales que apoyan a distintas facciones.

No obstante, la evidencia de esta pequeña guerra mundial nunca había sido tan visible como en la batalla por Alepo. El último en advertirlo fue el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, que este fin de semana alertó de que el mundo se aproxima a una nueva guerra fría.

En este momento, el foco de los combates se concentra en la zona rural de Alepo. Pueblos enteros y paisajes rurales están siendo pulverizados por lo bombardeos rusos que no cesan y están provocando el éxodo masivo de la población. Washington Post asegura que los residentes denuncian que desde que se anunció el alto el fuego este jueves se han intensificado los bombardeos rusos. Precisamente, la ofensiva sobre Alepo está confirmado a Moscú como una potencia regional dominante en el corazón de Oriente Medio, al tiempo que los avances de las milicias chiíes de Irak y Líbano están extendiendo su influencia más allá de su tradicional área de control, al conseguir varias victorias en territorios suníes del norte de Siria.

En este escenario de confrontación de todos contra todos hay un solo perdedor: el pueblo sirio. Devastado por cinco años de guerra, lucha por sobrevivir en un entorno cada vez más adverso. Unas470.000 personas han muerto en los casi cinco años de guerra civil en Siria, según un informe reciente de Syrian Center for Policy Research, en el que se analizan las consecuencias que el conflicto ha tenido en el plano social y económico.

Siria ha visto en estos cinco años como su población pasaba de 21,8 millones de habitantes en 2010, a 20,21 millones en 2015. En este tiempo, alrededor de 3,11 millones de sirios se habían refugiado en otros paísesmientras que 1,17 millones emigraron en busca de trabajo y una vida mejor. La cuarta guerra mundial está en marcha y Siria es su campo de batalla.

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