Se terminó. Las puertas de El Ministerio del Tiempo se cierran. La ficción, creada por Pablo y Javier Olivares, se despide de su público definitivamente este próximo miércoles. Lo hará con un capítulo que es un homenaje a la historia de la televisión en España y un guiño a su gran maestro, el director, guionista y realizador Chicho Ibáñez Serrador.
Un homenaje a la televisión en el adiós de una ficción que ha logrado el más difícil todavía: en una época de mediocridad, recuperar el orgullo por la televisión pública como cadena que invierte en producción de ficción más allá de la audiencia convencional e innova, abriéndose a los nuevos consumos bajo demanda. El Ministerio del Tiempo se estudiará como clave en la transición en el modelo de emisión, de la serie para todos los públicos a las series para pluralidad de públicos.
Tras años de sequía, El Ministerio del Tiempo ha recuperado la serie de autor en televisión. Y ha sido en TVE, el canal donde se han hecho las grandes series de autor de nuestra historia como inversión pública en una cultura. Lo hicieron de Ana Diosdado a Jaime Armiñán. Sin olvidar, por supuesto, al propio Chicho Ibáñez Serrador, protagonista de este último capítulo de El Ministerio en el que la patrulla intentará salvar el rodaje de Historias para no dormir.
Quedada masiva de los espectadores 'ministéricos'
Ibáñez Serrador siempre fue experto en crear un acontecimiento social, con sus series y sus programas. El realizador conseguía ilusionar al espectador "con lo que ponían por la noche en la tele". Era como la última ilusión del día. De hecho, en esta era, el propio Chicho dice que echa de menos aquella sensación de reunión de toda la familia delante de la televisión para vivir, juntos, la experiencia de descubrir un espectáculo o el episodio de una ficción.
Sus deseos son órdenes para El Ministerio del Tiempo. La serie que ha sido ejemplo del consumo bajo demanda quiere realizar ese homenaje a la historia de nuestra televisión creando una quedada masiva en su despedida. Los ministéricos se reunirán para ver el episodio en directo, en el pase tradicional en el prime time de La 1 del próximo miércoles, como si de una vieja emisión del Un, dos, tres... se tratará.
Será una emocionante manera de unir la televisión que viene y la televisión que nos hizo querer tanto a la televisión. Un colofón, además, a través de un episodio que supone todo un retrato de nuestro tiempo y de nuestros ministerios, los de verdad. Porque de eso ha ido El Ministerio del Tiempo de retratarnos. Retratarnos a través de la TV que devuelve la ingenuidad al espectador gracias al poder de la imaginación.
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