"Tienes una voz cálida y, en algunos momentos, "imperfecta". Y eso me parece que es un valor añadido". Con estas palabras, Ana Belén ha evaluado a Alba Reche durante la última gala de Operación Triunfo. Más que un veredicto, esta reflexión es una lección de vida que retrata la esencia del éxito de la segunda etapa de Operación Triunfo en TVE: hay otros valores más interesantes que esa mal entendida perfección que priorizó una sociedad que buscaba una excelencia robótica en la que era difícil salir del guion de lo previsible.
Este miércoles, la propia Ana Belén rompió el guion de lo previsible en su sustitución por un día de Ana Torroja en el jurado del concurso de La 1. Es cantante, sí. Es actriz, sí. Pero, sobre todo, es artista. Una artista que, además, cuenta con otra virtud crucial para transmitir en televisión: su larga trayectoria no le ha despegado de la realidad, sigue comprometida con su sociedad.
Sus argumentos como juez del talent show no se han quedado en las frases vacías y ha lanzado ideas que son inspiradoras referencias, útiles también para el propio espectador. El público las puede adaptar a su vida. Como consecuencia, la audiencia se ha quedado pegada a la pantalla escuchando a Ana Belén y sus consejos a unos participantes que, por un momento, nos han representado a todos.
Así Ana Belén ha recordado a Natalia que "muchas veces emocionar significa que se te escape algo". De nuevo, esa imperfección. Aunque Natalia logró emocionar sin "perder ni una" para la cantante y actriz. O lo que es lo mismo, sin desafinar.
Así Ana Belén piropeó a Famous con un "cada vez te gustas más y te gusta más jugar contigo mismo. Y eso es muy importante en un escenario": Porque la vida es mejor con esa seguridad que te hace atreverte a jugar más. En un escenario, o para engrandecer lo cotidiano.
Y así Ana Belén miró a los ojos a Miki para decirle: "has dejado claro por donde no quieres ir. Eso es muy importante, Miki". Toda una lección de vida de Ana Belén. No es tan decisivo por donde quiere uno ir, como por donde no quiere ir. Los pronósticos son sólo pronósticos en los que contradecirse. Lo práctico es dejarse sorprender en el trayecto profesional, mirando bien para elegir mejor.
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