El programa del lunes de 'Late Motiv' ha estado dedicado a 'Saber y Ganar'. El show de Andreu Buenafuente ha aplaudido el 23 cumpleaños del concurso más longevo de nuestra televisión. De hecho, muchos espectadores de Movistar Plus habrán descubierto anoche que el mítico formato de TVE está de aniversario. Incluso quizá esos mismos televidentes conecten hoy con La 2 de Jordi Hurtado tras ese pequeño guiño en el comienzo del late show del canal #0.
Es el valor añadido de espacios como 'Late Motiv' de Buenafuente que, desde siempre, han superado ese complejo que planea por las cadenas comerciales de evitar nombrar a nada de la competencia. Y si hay que hacerlo, que sea con eufemismos. Absurdo, pues el espectador ya sabe que hay más canales y hasta conoce sus ofertas estelares.
No pasa nada por nombrar con su nombre real a los programas de otras compañías. Y si hace falta, se pueden invitar a sus presentadores o actores a ser entrevistados en programas como 'Late Motiv'. Así es como realmente se hace más fuerte la industria nacional.
Es más, ante la implantación de las plataformas bajo demanda norteamericanas los grupos audiovisuales autóctonos deberían superar este tipo de complejos entre canales para proteger con más ímpetu su inversión y dejarse de rencillas cortoplacistas. Y el espectador lo agradece. Lo valora. Pero lo habitual es: "¡cómo vamos a nombrar ese programa o ese presentador si es de otro canal!". Mediocre y contraproducente eso de que parezca que no existe más televisión que la de tu empresa. Incluso a la hora de anunciar el nuevo proceso de resintonización de canales, como si no existieran más emisoras que las tuyas. Pues, entonces, igual los usuarios pasan de resintonizar y adaptar la antena.
Porque al público conecta mejor con los programas que le hablan sin tabúes básicos sobre rivales. Entonces, el espectador no se siente tutelado, quiere sentir que los profesionales comparten su realidad. Esto es habitual en los formatos de Andreu Buenafuente desde siempre. Y no puede ser de otra manera.
Porque así el show es mucho más rico. La tele también es cultura que entrevistar, tratar e incluso desmontar. Y ahí no hay que hacer distinciones entre cadenas. Al contrario, hay que saber mirar todo lo que se cuece en el universo audiovisual para que el formato sea mejor formato. Aunque sólo sea con el gesto del compañerismo de dedicar el programa a otro programa.
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