OPINION

El valor añadido de Movistar Plus

Broncano y Buenafuente en Movistar Plus
Broncano y Buenafuente en Movistar Plus

Sobre la televisión de pago, se suele poner el foco en la pelea por los derechos deportivos. Tradicionalmente, el deporte es el que 'fidelizaba' un jugoso grueso de 'abonados'. En los últimos años, también se intenta ser referente y diferenciarse a través de las series que se producen. El contenido exclusivo es fundamental para destacar en el mercado y los nuevos consumos televisivos convierten a la ficción en un excelente reclamo para atraer al espectador. O, al menos, intentarlo. Pero pocos se fijan en otra arista decisiva en la implantación social de un canal: la apuesta por la producción de contenidos diarios, que nos retratan como país e incluso nos inspiran como sociedad. Ahí Movistar Plus gana en cada prime time semanal.

La compañía de Telefónica es la factoría que más imaginativo aporte cultural está realizando en la actualidad a la industria audiovisual. Y lo hace a través de un entretenimiento inclusivo que demuestra que el contenido comprometido con su tiempo y su público no está reñido con la diversión. Más aún en una época en la que la batalla feroz por la audiencia en la televisión generalista ha mermado la televisión de autor, que es el motor de la creación audiovisual. Esa televisión de autor que cuida la forma y el fondo. Esa televisión de autor que pelea por una libertad creativa y hasta estética. Hoy, Movistar es un oasis aplastante de autores, vital para el tejido industrial.

Mientras la televisión pública se ha quedado anulada en cierto sentido por una gestión de poco riesgo y baja exposición, en parte fruto de la inestabilidad política, Movistar Plus ha conseguido una programación con muchas propuestas valientes que, además, cuentan con una dirección artística mimada y con cierto riesgo imaginativo.

En esta era de transición audiovisual, es la única televisión que crea citas diarias estables para una conversación sin prisa. Sucede en el elaborado 'Late Motiv' de Andreu Buenafuente. Y también, a su manera, en 'La Resistencia' de David Broncano, un formato con un tono inteligentemente ideado para ser complementario al de 'Late Motiv' y, desde su valiente lado alternativo, abrir la curiosidad televisiva a nuevos públicos. Porque la gente joven sigue viendo televisión, cuando se crea ese acontecimiento que no les da la espalda con un puñado de prejuicios.

Uno de los grandes problemas de la televisión generalista de hoy estriba en el prejuicio. "Eso el espectador no lo entenderá". "Eso ofenderá a alguien". Movistar Plus recupera la televisión que desmonta el prejuicio hasta despertar un todopoderoso vínculo de complicidad con su público. Lo hacen sus dos late nights de cabecera, de producción exquisita, pero también la gran parte del resto de sus programas. Todos cumpliendo un principio básico del contenido audiovisual: contar con una premisa contundente.

'Ilustres Ignorantes', 'Cuando ya no esté', 'El cielo puede esperar', 'El Final del Silencio', 'Cero en Historia', 'Radio Gaga'... Formatos que van del entretenimiento a la información, de la información al entretenimiento y hasta del entretenimiento que informa. Cada uno con un concepto bien definido en su germen que, a la vez, atesora 'mucha chicha'. No son 'entretaiments' vacíos, utilizan las artes catódicas clásicas para dar cabida a la diversidad social y hacerlo con cierto espíritu crítico. Tan importante y tan de valorar. Así se inspira al espectador. Así se fortalece la industria española dando voz a profesionales de la cultura y otros ámbitos que estaban invisibles en una televisión que casi ya no quería tener margen de riesgo para dar hueco a los que se salen de los patrones preestablecidos del show de masas. 

Hay que reconocerlo. Movistar Plus está ejerciendo una  inversión cultural que enriquece al país desde la tele. Y en esa visibilidad que dan sus programas a mayorías y minorías también está su hándicap. Porque, el espectador vive con tantos impactos diarios en todos los soportes que maneja, que es más difícil que nunca retener, encontrar y hasta descubrir la oferta de una plataforma. Es complicado hasta recordar que existe. Por eso mismo, Netflix invierte tanto en el márketing tradicional... y viral.

El catálogo de Movistar tiene de cabeza de cartel grandes series como 'Merlí. Sapere aude', 'La Peste', 'Hierro', 'Mira lo que has hecho'... Pero, a la vez, no cuenta con ningún rival en el valor añadido que supone la producción diaria que cada día crea una estimulante propuesta en la que se puede escuchar sin estreses la irónicamente sabia experiencia de Maruja Torres con Buenafuente o descubrir con Broncano a la física teórica Alicia Sintes, entre otras tantas.

Si Movistar Plus no existiera, habría que inventarlo. Está haciendo un tipo de televisión que trascenderá el tiempo porque no es de usar y tirar, es osada a la hora de invertir en una programación de autores que se atreven a hablar de nosotros mismos, descubren múltiples aristas de nuestro complejo presente y ponen la lupa en realidades que están fuera de los radares tópicos y habituales. Y encima lo comunican con el arte de la comedia que no excluye públicos. Al contrario, implica a los públicos. 

@borjateran

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