OPINION

Los motivos por los que España nunca tendrá unos premios Emmy

emmy
emmy

Terminó la gran noche de los Emmy 2015, la entrega de galardones por excelencia de la televisión norteamericana. Han triunfado Juego de Tronos y Veep, ambas series de HBO, la cadena de pago que ha sabido arriesgar en personajes de antihéroes hasta hacerse con la marca de mejor factoría de ficción a nivel internacional.

Día de resaca, por tanto, tras la celebración de una gala a la que los medios españoles dedican extensos análisis. Lo han hecho antes y después de su emisión. Como todos los años.

La información sobre los Emmy interesa. Incluso hay espectadores que pasan la noche en vela, siguiendo la tediosa entrega de premios. Porque, aunque los estadounidenses son maestros en este género de auto-homenajearse en horario de máxima audiencia, tampoco logran aligerar los eternos tópicos de los agradecimientos de los premiados.

No obstante, los Emmy en España son el éxito del postureo seriéfilo. Porque en nuestro país las series norteamericanas no son las que más se consumen. Aunque, a veces, lo parezca en Internet. Las grandes audiencias son para las producciones hechas por y para la audiencia española.

Sin embargo, en España no existen unos galardones de televisión sólidos. Los comerciales TP de Oro desaparecieron y los Iris, de la Academia de TV, no terminan de destacar.

A pesar de que la televisión es el gran medio de comunicación de masas, no se ha logrado realizar una gran ceremonia que valore la televisión a través de un espectáculo que congregue altas cuotas de pantalla, equivalentes a los exitosos Goya.

¿Cuál es el problema? ¿La culpa es que aún tenemos complejos con nuestra ficción? Las series españolas viven un buen momento social.  Vuelven a estar bien valoradas. El público estima su riqueza visual y su mayor riesgo en las tramas. Aunque la industria aún no parece estar preparada para recibir premios de forma realmente independiente.

Ese es el problema de que no existan en España premios de televisión que conecten con las grandes audiencias. Da la sensación de que siempre se reparten los galardones entre todas las cadenas para que nadie se enfade. Y nada de recitar un monólogo irónico, con autocrítica y corrosión (de esa con la que se identifica la audiencia): el guion debe de ser políticamente correcto, para no molestar a ningún directivo. El espectador, como consecuencia, no confía en este tipo de ceremonias.

Pero la industria televisiva en España será más fuerte y más plural cuando se logre unos premios independientes, que sean la fiesta de celebración de la televisión.

Y, para ello, claro, la gala deberá ser un buen formato televisivo y no un evento endogámico, que se olvida de crear un show que interese a los espectadores masivos. De hecho, las últimas ceremonias españolas de premios de la TV han parecido la anti-TV, lo que, además, impide que sean rentables económicamente. Por eso mismo, ninguna cadena quiere emitir tales saraos en un prime time decente. Como sí sucedía antaño, con unos TP de Oro que congregaban buenas audiencias.

Paradojas de esta querida televisión nuestra, que es la mayor factoría de celebrities, que es la plataforma de las grandes producciones (las que emocionan a las audiencias masivas) y que, por tanto, podría crear un gran acontecimiento para aplaudir sus logros. En cambio, España sigue sufriendo una especie de complejo de inferioridad que o se derriba o nunca facilitará la creación de un equivalente real a los premios Emmy.

> Las 7 diferencias entre los EMMY y los premios de televisión en España

@borjateran

Y ADEMÁS...

Los Goya de Buenafuente, ¿por qué nadie ha logrado superar aún el éxito de su ceremonia?

5 razones por las que no podríamos hacer 'Juego de Tronos' en España

‘Globos de Oro’: lo que tenemos que aprender para los Goya

Mostrar comentarios