OPINION

El 'reality' de Griezmann: un golpe de poder en el control de la información

Griezman, Movistar Plus
Griezman, Movistar Plus

"Estaréis hartitos por los comentarios que dicen si me voy, si me quedo; cuánto me dan, cuánto no me dan, pero la verdad es la que voy a decir ahora". Así arrancó el jueves, en Movistar Plus, el especial La Decisión, con Antoine Griezmann mirando fijamente a cámara. Seduciendo a cámara.

31 minutos de reality-promocional, disfrazado de documental, para mostrar parte de la vida del futbolista y, al final, comunicar que Griezmann seguirá en el Atlético de Madrid. Porque como mandan los cánones de la fórmula del reality, el desenlace hay que dejarlo para el último minuto. No vaya a ser que tu público no aguante hasta el colofón, zapee y se pierda la historia emocional que quieres narrar.

Un nuevo concepto de programa acontecimiento, producido por Kosmos Studios -compañía de la que está detrás Gerard Piqué-, que profundiza en un nuevo escenario en las artes de comunicar el mercado de fichajes.

Con este formato televisivo, Griezmann no sólo ha zanjado especulaciones: también ha propiciado una campaña de marketing de sí mismo: humanizándose ante las críticas, mostrando sus dudas ante tal decisiva decisión e incluso fomentando cierta mitomanía hacia su persona. Todo rodado en un contexto de vida de lujo, que podría caer antipática a ojos del espectador pero que, sin embargo, el guion del programa revierte a un importante grado aspiracional. 

Cambio de táctica por obra y gracia de la nueva televisión. La televisión que se consume en directo pero que, después, se expande como un virus en las redes sociales gracias a los visionados en diferido, bajo demanda.

Los futbolistas ya no dependen de una filtración que suelta su representante y a la que, después, se termina perdiendo el control en un ir y venir de dimes y diretes que pueden desvirtuar el contenido.

Ahora, el jugador puede hacerse un reality, ganarse un caché extra por mostrar una parcela de su intimidad y, sobre todo, lograr un hábitat impagable: el absoluto control del mensaje que se quiere dar a sus seguidores y a los medios de comunicación. Sin intermediarios, sin rumorología. Con un guion cerrado, rodado con preciosismo y cierta épica emocional. Así se enfada menos a la afición, así eres un poco más mito, así rentabilizas en primera persona tu propio comunicado oficial. No es periodismo, el reality show promocional ha llegado al mercado de fichajes.

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