OPINION

Las 'marcas blancas' de la TV española: los atajos para emitir éxitos internacionales

Carlos Sobera con David Bustamante como invitado sorpresa de Volverte a Ver.
Carlos Sobera con David Bustamante como invitado sorpresa de Volverte a Ver.
Carlos Sobera con David Bustamante como invitado sorpresa de Volverte a Ver.
Carlos Sobera con David Bustamante, que fue invitado de Volverte a Ver y ahora participará en Bailando con las estrellas.

La televisión en España está llena de parecidos razonables. Programas que las cadenas dan luz verde inspirándose en otros espacios de éxito internacional. Pero que, en realidad, sólo se parecen, no vaya a ser que se reciba una acusación de plagio.

Así, Tú sí que vales llegó antes que Got Talent. La dinámica era similar, buscar talentos, pero no idéntica. De esta forma, Telecinco se adelantaba a Cuatro, que contaba con los derechos del formato original, que llamó Tienes talento y, de paso, hacía un programa a medida de su público.

Así, Mira quién baila llegó antes que Bailando con las estrellas. Igual que Tú sí que vales, la dinámica era similar, famosos bailando, pero no idéntica. Cada semana, los rostros populares tenían una pareja de baile distinta, mientras que en la versión original, que ahora estrena La 1 cuando pase la catarsis de Eurovisión, se compite siempre con la misma pareja. Como consecuencia, en Dancing with the Stars se propicia una mayor dosis de espectáculo, ya que los bailarines anónimos también adquieren notoriedad y el público observa la evolución de cada dúo de danzantes.

Así, si arrasa en audiencias en Francia un show con famosos  hipnotizados, Stars sous hypnose, pues en España se idea un Hipnotízame, que es lo mismo sin ser lo mismo. Con Mario Vaquerizo viviendo situaciones surrealistas. Y eso en Francia no lo tienen. Suerte para ellos.

El último gran parecido razonable de nuestra televisión ha sido Volverte a ver. Telecinco ha recuperado la esencia de Hay una cosa que te quiero decir pero sin producir Hay una cosa que te quiero decir.

¿Cómo hace Telecinco un programa sin hacer ese programa? Muy fácil, aquí no hay sobres ni carteros. Aquí hay personas que llevan objetos. Pero la dinámica remite a lo mismo. Sólo que en vez de abrirse un gran 'sobre' en el plató, se mueve una gran pantalla en la que se va proyectando la vida del invitado asistente. Una vida que, para que el creador del formato original no se de por aludido, no es narrada en primera persona por el presentador, ahora es contada por un vídeo con una bonita voz en off.

No hay sobre que se abre, no hay carteros, pero para el espectador es el programa de testimonios con sorpresa que llegó a España en Antena 3, con Isabel Gemio, con el nombre de Tengo una carta para ti y que, ahora, ha sido reinventado a las necesidades del prime time de Telecinco.

Reinventado a las necesidades del prime time de Telecinco, pero no tanto a la media de su maestro de ceremonias, Carlos Sobera. Un todoterreno de la comunicación que, sin embargo, en Volverte a ver no siempre se le siente tan cómodo como acostumbra, ya que es un programa que, a veces, escarba donde la gente con ética no quiere profundizar.

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