Menos de 3 años después de su comienzo de emisiones, el canal Non Stop People se ha despedido de los espectadores este lunes 30 de abril, fecha en la que ha apagado su señal. Una cadena hecha por jóvenes y para un público pretendidamente joven que, sin embargo, no ha conectado con el perfil de audiencia que buscaba, pues no representaba a la juventud actual.
Al contrario, Non Stop People priorizó una estructura convencional de televisión temática al estilo de los canales 'todo noticias' de los noventa. Pero ni estamos en los noventa ni era una emisora 'todo noticias'. De hecho, el enfoque informativo de los 'Telediarios' era superficial, centrado en asuntos de celebrities sacados de noticias de Internet. Una tónica habitual de la cadena, que se nutría en exceso de contenidos de redes sociales que llegaban muy tarde (y ya muy vistos) a la emisión televisiva. A veces, tales programas, daban la sensación de ser el resultado de unas prácticas de estudiantes en una cara universidad privada.
Ellos no tenían la culpa y ellos han sido el principal valor de Non Stop People. Un canal que ha sido una oportunidad para jóvenes periodistas que han aprendido la ilusión, la dificultad y la frustración que supone alimentar de contenidos una nueva cadena. Muchos han conseguido visibilidad en un Non Stop que les abrirá puertas en otros medios. Porque esta cadena no ha tenido audiencia, pero sí ha sido observada por los profesionales del sector de los medios de comunicación.
Una factoría de nuevos profesionales que, sin embargo, no ha dejado que sus profesionales fueran ellos mismos. Ese ha sido el otro gran problema de la cadena: en el lanzamiento de la emisora sus presentadoras y presentadoras no eran representativos de la juventud de hoy
A los rostros de Non Stop People se les disfrazó de lo que no eran. Chicas y chicos vestidos más para ir a una Noche de Fiesta de José Luis Moreno que para conectar con su audiencia potencial. Incluso los periodistas de Non Stop People eran hasta difíciles de diferenciar, dando la sensación de que siempre estaba el mismo programa en antena en una eterna reposición.
Todos con un parecido patrón de belleza, todos engalanados para presentar con las mismas prendas -que se iban intercambiando-, (casi) todos requetepeinados, todos adiestrados para intentar leer a cámara como robots perfectos de entonación impostada.
Una canal en el que casi todo era encorsetado. Desde la estructura de programación hasta el tratamiento del contenido, donde hubo exceso de convencionalismos. Eso sí, en el último año, el canal ha intentado quitarse ciertas ataduras y sus periodistas han intentado potenciar su personalidad propia un poquito más. Fuera vestidos repollos, fuera corbatas. Pero ya era tarde.
Lo mejor que deja la breve historia de Non Stop People es la formación de estos jóvenes profesionales ante las tesituras que surgen a la hora de enfocar el tratamiento de las noticias, ahí han tenido al buen maestro Antonio San José (que estuvo también detrás del moderno CNN Plus). También el canal ha contado con la cualidad de ser escenario de entrevistas a interesantes personajes que no siempre tienen cabida en la televisión de hoy. A pesar de ello, la emisora no ha interesado, pues el continente no hacía atractivo los buenos invitados que acudían a su plató en el número 1 de la Gran Vía madrileña. Ninguno de sus programas contaba con una poderosa premisa creativa para destacar entre el resto de competitiva oferta.
Porque lo último que ha sido Non Stop People es un canal nuevo. Ha heredado los clichés de frases hechas y viejos protocolos que ha superado ya la televisión en la última década y, lo que es peor, daba la sensación de que no dejaba a sus presentadores parecer libres.
El canal ha cerrado, pero deja una lección crucial para otros canales que vengan: si tienes una nueva cadena para crear una parrilla entera de cero, vuélvete loco, rompe con los protocolos, apuesta por ideas rotundas y atrévete a ser diferente. La televisión que traspasa es la antítesis de poner corsés a la naturalidad. El rigor periodístico no está reñido con hablar el lenguaje de tu público y tampoco con jugar con la imaginación. Y, sobre todo, no abuses del postureo. Porque Non Stop People ha tenido demasiado postureo. Y eso no sirve para la televisión. Eso sólo vale para una foto de Instagram con muchos filtros. Y ya.
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