OPINION

TVE cancela el programa de Máximo Huerta: un error que define el problema de La 1

Máximo Huerta en 'A partir de hoy'
Máximo Huerta en 'A partir de hoy'

La actual dirección de Televisión Española ha decidido cancelar 'A partir de hoy' de Máximo Huerta, a pesar de su paulatino crecimiento de audiencias. Ya llamó la atención que se retirara de la parrilla de programación en tiempos de confinamiento, cuando la cadena pública necesitaba un formato de estas características que sirviera para acompañar al espectador con miradas diferentes en una época de tan claustrofóbica incertidumbre. 

Incluso, en pleno confinamiento, 'A partir de hoy' hubiera podido ampliar sus audiencias al ser descubierto por nuevos públicos, que se sienten huérfanos de televisión calmada en épocas donde manda la información de espectáculo y alarma.

Pero tanto 'A partir de hoy' como 'La 2 Noticias' se cayeron de la programación de TVE, cuando estos dos espacios podían haber mostrado un interesante prisma complementarios a los 'Telediarios' habituales de estas semanas y, por tanto, ganar relevancia de cara al futuro.

Finalmente, el formato de Máximo Huerta no regresará. Por su decorado, instalado en el mítico estudio 1 de Prado del Rey, han pasado grandes referentes de la cultura de nuestro país. De hecho, el problema que atesora La 1 de la cadena pública es que no cuenta con espacios diarios que fidelicen público más allá de la información. Ni siquiera tiene paciencia para sostener espacios con aporte social y cultural, para que se asienten en la programación. Cuando, en la televisión de hoy, sin paciencia y sin autoría no existes. 'A partir de hoy' tenía la autoría, pero a esa autenticidad no le han dejado rodar con paciencia.

Así TVE no prosperará. Porque se está olvidando que la televisión no sólo es información narrada por los informativos. Las cadenas que sobrevivirán serán las que establezcan desde sus primeros canales citas diarias también en lo que se refiere al entretenimiento que acompaña al espectador. 'A partir de hoy' lo podía haber sido, además como alternativa tranquila que sabe escuchar a todo tipo de personalidades y hasta a los espectadores en jornadas complicadas. Tenía los mimbres y los colaboradores de prestigio que no son habituales en cualquier espacio como son las periodistas Gemma Nierga, Olga Viza o Mara Fernández, habituales del formato.

Ahí Televisión Española pincha con decisiones como esta: no tiene espacios con autoría. Tampoco les da tiempo a cuajar. Por eso el daytime de La 1 de TVE está tocado y hundido. Y no ha estado a la altura tampoco del confinamiento, donde no ha logrado estar desde la crucial emisión en directo con el espectador más allá del boletín de noticias rígido. Todo huele a información repetitiva en La 1. Porque el espacio que ha sustituido en estas semanas a 'A partir de hoy', un noticiero diario sobre el coronavirus, ha desgastado hasta a los propios Telediarios. Aunque no se percaten de ello. Este contenedor, sólo repite la misma información pero con un tono más naif para rellenar mientras llega la rueda de prensa de turno, un tratamiento temático que mengua la imagen de credibilidad de los informativos de RTVE.

Es evidente que los informativos de TVE han ganado en periodismo independiente en estos años. Excelente trabajo la edición de Ana Blanco y de Carlos Franganillo o Informe Semanal. Pero Rosa María Mateo puede pasar a la historia de Televisión Española como la administradora única que olvidó que la televisión no funciona como un diario digital de información: la televisión es pluralidad creativa y valentía autoral en mañana, tarde y noche. Hoy por hoy, excepto en pequeñas excepciones, la osadía brilla por su ausencia en La 1. Todo va a rebufo de algo.

O cambian esta tendencia o no habrá más oportunidades. Por eso TVE se ha convertido en invisible en estas semanas para la sociedad más allá del Telediario, que tampoco lidera. La audiencia no quiere una televisión previsible y anodina donde nada es memorable, quiere una televisión que le desafíe con la creatividad que inspira y el periodismo con mirada. No necesitamos una cadena que se queda en un mero retransmisor de ruedas de prensa. O que, al menos, parezca esto. Y lo está pareciendo. Más amplitud de miras por el bien de toda la sociedad, más gestores que entiendan la televisión en su máxima expresión creativa. 

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