OPINION

OLEV: un tren chu-chú inaugura la era de los vehículos eléctricos en línea

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Investigadores del Instituto Coreano de Ciencia y Tecnología (KAIST) han desarrollado un sistema de transporte eléctrico donde los vehículos obtienen su energía de cables enterrados debajo de la superficie de la carretera, a través de carga inductiva sin contacto.

Al contrario que los trolebuses, que cogían su carga de cables aéreos, este "vehículo eléctrico en línea" (OLEV, "Online Electric Vehicle" ) se nutre de energía del asfalto, por lo que no importa si el automóvil está en movimiento o estacionado, siempre recibe power.

En febrero de 2009, los investigadores KAIST demostraron ante el presidente de la nación, Lee Myung-bak, que era posible que un coche pudiera recibir hasta un 80% de energía con 1 cm de distancia entre el vehículo y la línea de alimentación. Unos meses después, en julio de 2009, el proyecto consiguió suministrar hasta el 60% de potencia a un autobús a una distancia de 12 cm desde la línea de alimentación integrada en el suelo.

La comercialización del vehículo OLEV ha dado otro paso esta semana, el definitivo, con la introducción de un tren OLEV para el transporte público en el Gran Parque de Seúl, en Gwacheon city.

Después del coche y el autobús, el tren turístico del Parque de Seúl es el tercer vehículo que, ya sea en marcha o parado, recibe energía inalámbrica a través de cables subterráneos. Como resultado, esta tecnología mitiga la carga de los vehículos eléctricos con pesadas y voluminosas baterías, ya que el tamaño de la batería OLEV es una quinta parte de las baterías instaladas en vehículos eléctricos actualmente en el mercado.

El camino subterráneo con tiras de recarga incrustadas se divide en varios segmentos de forma que, cuando un coche pasa por un determinado segmento, es cuando recoge la electricidad. Debido a que la carga se produce en el tránsito no hay necesidad de establecer estaciones de carga o reservar un tiempo para dejar el vehículo inactivo.

Los coreanos del KAIST afirman que si el método de carga de OLEV se aplica al sistema de transporte público en Corea del Sur, las líneas eléctricas subterráneas deberían ser instaladas en sólo el 20% del total de la ruta del autobús, aprovechando lugares como paradas, estacionamientos o intersecciones. Por supuesto, la eliminación de un contacto directo con las fuentes de carga evita los riesgos eléctricos para peatones y otros vehículos convencionales.

La introducción del tren de OLEV es un paso más en la hoja de ruta del KAIST, que conducirá a la eventual comercialización de una tecnología llamada a revolucionar el vehículo eléctrico. El siguiente acto consiste en el desarrollo de la tecnología-prototipo para prácticas (2011), seguido por el desarrollo de la tecnología estándar (2012) y, finalmente, la introducción de un producto comercial en el mercado en 2013.

Se estima que si sólo la mitad de los coreanos se conectaran con el sistema OLEV, el país podría reducir sus importaciones de petróleo en 35 mil millones de barriles por año, ahorrando unos 3.000 millones de $ y disminuyendo drásticamente las emisiones contaminantes hasta niveles nunca vistos.

Posibilidades de comercialización: 75%, dejamos un cuarto a repartir entre las preocupaciones del público acerca de las ondas magnéticas, la estabilidad económica de las tiras de energía por metro y la eficiencia de la batería como sustituto del motor a combustión a tan corto plazo.

Fuente Kaist

Vía Inhabitat

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