La estación de Overvecht, en Utrech, integrada en la red de cercanías de holandesa, ha instalado recientemente lo que ellos mismo califican como un "acelerador de la transferencia", un tobogán que ofrece un poco de diversión a la vida cotidiana de los viajeros y que les permite descender rápidamente por las escaleras para llegar a los andenes en un santiamén.
El diseño original de la estación de Overvecht data de 1995, un diseño explícito por sus colores y por sus excelentes prestaciones. Sin embargo, la estación cayó rápidamente en desuso por su acceso.
El quiosco se quedó vacío de clientes y la escalera se derrumbó lentamente a manos de la decadencia del hormigón. La gente, cada vez que iba con prisas y se encontraba esas escaleras, se acordaba bastante de la familia del arquitecto.
La firma holandesa Ontwerpers HIK ha cogido este acceso por los cuernos y lo ha convertido en un espacio donde todo el barrio puede disfrutar, al sustituir parte de las escalera por capas de jardín. La guinda del nuevo pastel ha sido la instalación del tobogán, para hacer más fácil la transferencia de niveles a los viajeros con alma de niño.
Ahora la estación tiene un aspecto totalmente diferente: donde antes había unas escaleras que invitaban a subirlas con resignación, ahora hay un espacio donde uno puede quedarse a esperar o a almorzar.
Y si hay que salir pintando cuando aprieta la hora se puede utilizar un tobogán, en cuyo interior dicen los usuarios que...¡se escucha música de Bach durante el descenso!
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Fuente: Ontwerpers HIK
Vía News.com
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