Gargamel Junqueras y el Pitufo Mas

En Cataluña hablaban hasta hace dos días de Mas como “el astuto Artur”. Pero las cosas pintan distintas después de la negativa de la CUP a investirle como President. La primera consecuencia de ello es el encumbramiento de Oriol Junqueras como garantía del independentismo. La Cup le pide que dé un paso adelante para salvar lo que ellos llaman “El Proces”. Tardá, diputado catalán de ERC, ya ha pedido a Mas que dé un paso al lado para ello. Hoy están reunidos los Comités de CDC (DyL ahora) y ERC para decidir. Decidan lo que decidan ya hay dos consecuencias claras:

La primera es que ERC ha sobrepasado a CDC en el liderazgo independentista. Al final “the real thing” (lo real) se impone a lo artificial. CDC nunca fue un partido independentista y menos radical. ERC siempre lo fue y además republicano. Así que para votar independentista mejor a lo que es más auténtico.

La segunda es que Mas ha muerto como candidato. Va a pasar a ser el Molt Honorable ExPresident en breve. Todo ante la mirada glotona de Gargamel Junqueras, el malvado y astuto gato, que se relame los labios con sus garras en el Pitufo Mas, con barretina y todo, donde la bandera estelada se está difuminando. Se lo ha comido, políticamente hablando. Aunque la digestión no va a ser tan placentera como espera el líder republicano.

Los diputados de CDC pueden sentirse traicionados porque del “no pasarán”, la línea roja, que era la innegociable presidencia para Mas, van a pasar a entregar el testigo a quién fue su contrincante en las elecciones generales,  se van a encontrarninguneados ¿Estarán dispuestos a aceptar a otro candidatos? ¿Lo votarán? ¿Seguirá unido el grupo parlamentario de Junts per el Si?

Además las fuerzas vivas catalanas y los empresarios, están haciendo su labor de zapa. Algunos de los elegidos de CDC están recibiendo señales de que aceptar las condiciones de la CUP es un suicidio económico y social para Cataluña. Para la Caixa, por ejemplo, es mucho mejor un caos dentro del soberanismo que el avance “del Proces”. Las corrientes subterráneas están funcionando y no son las del CNI, como dijo hace poco Pilar Rahola, en su obsesión conspiratoria, son las de muchos sensatos poderes catalanes con mucho que perder.

Esta semana es definitoria. Pero el hecho es que Gargamel Junqueras ya está digiriendo a Pitufo Mas. De eso no hay ninguna duda.