Un Yoda de mantequilla...¡que el fresquito le acompañe!

Seis días, seis, se ha tirado la artista canadiense Olenka Kleban esculpiendo esta figura del maestro Yoda en manteca. Su obra, junto con la de su compañero Tim Manalo, que se decidió por una recreación alien del American Gothic (el cuadro de Grant Wood), forman parte de una exposición en el Canadian National Exhibition Center.

Las esculturas de mantequilla son una atracción en muchas ferias agrícolas del continente norteamericano, una tradición que data del siglo XIX y que fue recuperada en Canada en el 2005, en la que estudiantes de arte se tiran días encerrados dando mantequilla a sus recreaciones.

Este año ha tocado el tema "El Espacio Ultraterrestre" y los estudiantes pasan alrededor de siete horas al día dentro de un cubículo acristalado que se enfría hasta alrededor de 10ºC, emergiendo ocasionalmente para las pausas, mientras que los espectadores pueden ver la evolución del trabajo a través de una pared de vidrio.

La escultura de mantequilla es similar a la de arcilla, aunque con sus propias cualidades. Por ejemplo, el calor es el mejor amigo (y el peor enemigo) del escultor mantecoso: cuanto más se maneja la masa, más se derrite, produciéndose constantes rupturas. Pero si la manteca está fría, es imposible moldearla. En el punto medio y en la mesura (que se lo digan a Marlon Brandon en París) está el secreto.

"Existe una especie de voyeurismo raro", afirma Kleban, señalando que el público a veces no parece darse cuenta de que los artistas trabajan detrás de un cristal insonorizado. "La gente trata de comunicarse con nosotros, pero no oímos nada".

El Yoda de Olenka Kleban no es el primero que se esculpe. En 2005, en una feria estatal de Tulsa se hizo un Yoda espalda con espalda con un Darth Vader, para celebrar el lanzamiento de la nueva trilogía de Star Wars.

Otras esculturas mantecosas que nos pondríamos en una rebanada de pan gigante:

¿Tiger Woods tiene un tigre?

Vía The star

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