Un joyero se enfrenta a tiros a dos atracadores que están heridos de gravedad

  • El dueño de una joyería de Madrid se ha enfrentado hoy a tiros a dos presuntos atracadores, uno de los cuales ha recibido dos balazos y ha caído desplomado poco después, en estado crítico, y el otro ha huido inicialmente pero luego ha acudido a un hospital con tres impactos de bala.

Madrid, 16 feb.- El dueño de una joyería de Madrid se ha enfrentado hoy a tiros a dos presuntos atracadores, uno de los cuales ha recibido dos balazos y ha caído desplomado poco después, en estado crítico, y el otro ha huido inicialmente pero luego ha acudido a un hospital con tres impactos de bala.

El suceso ha ocurrido sobre las diez de la mañana en la joyería Arum, en la calle de Ayala, cerca de la esquina con la calle de Velázquez, en plena "Milla de Oro" de la capital.

Dos hombres han irrumpido en el comercio con armas blancas y el joyero, que tiene licencia de armas, ha sacado su revólver y les ha disparado, mientras los ladrones le rociaban con un pulverizador de pimienta.

El joyero ha alcanzado a uno de los presuntos ladrones en la ingle, a la altura de la femoral, y en el tórax, y al otro en abdomen y en el antebrazo.

Los dos heridos han huido hacia la calle Velázquez y el más grave ha llegado, dejando un reguero de sangre, hasta una parada de taxis cercana y se ha introducido en un vehículo cuyo conductor, al percatarse de que sangraba, ha alertado a sus compañeros y ha llamado a la Policía y a emergencias.

Este herido ha andado unos metros hasta que ha caído desplomado junto a un quiosco, cuyo encargado y una viandante le han asistido hasta que ha llegado el Samur.

Los sanitarios han encontrado a la víctima tendida en el suelo, inconsciente, con gran pérdida de sangre e inestable, y le han trasladado en estado crítico al hospital La Paz.

La víctima ha superado la operación y su estado es grave, según han precisado fuentes sanitarias.

El otro atracador también se ha dirigido a la misma parada de taxis y ha cogido uno, pero lo ha abandonado cuando ha visto a varias personas gritar que se acababa de producir un atraco, y ha huido a pie, según han relatado varios testigos.

Unas horas después el hospital Gregorio Marañón ha avisado a la Policía sobre el ingreso de un paciente que presentaba tres impactos de bala, dos en el abdomen y una en el antebrazo, por lo que los agentes han acudido al centro y han detenido al sospechoso, cuya descripción coincidía con la dada por los testigos y además es de las misma edad y nacionalidad que su compinche.

Los dos heridos tienen 30 años, son de nacionalidad serbia y no tienen antecedentes policiales.

El joyero que supuestamente les ha disparado ha sido trasladado al hospital de La Princesa, en estado leve, porque el líquido con el que ha sido rociado le ha provocado irritación en los ojos y dificultad para respirar.

Su hija también ha sido atendida por los psicólogos del Samur debido a una crisis de ansiedad, aunque fue dada de alta.

En el lugar se han congregado esta mañana numerosos periodistas y curiosos, que preguntaban a los taxistas y al quiosquero por lo ocurrido.

El taxista en cuyo vehículo ha entrado el herido más grave ha relatado a Efe que al principio no se dio cuenta de que el cliente estaba herido y le dijo que cogiese el primer taxi de la fila, ya que él estaba al final de la misma, pero al volverse vio la sangre y avisó a sus compañeros.

Mientras llamaban a la Policía y a emergencias vio cómo el hombre salía andando, tambaleándose y muy pálido, hasta que se cayó junto a un quiosco que hay a escasos metros.

El quiosquero ha explicado a Efe que tras ver a este hombre malherido también llamó a la Policía, y ha comentado, en tono distendido: "Me han dado la mañana".

También ha asegurado que no sintió miedo porque el hombre estaba muy malherido, aunque ha reconocido que "es una cosa que no le gusta a nadie ver; chorreaba un montón de sangre y tenía una herida muy grave".

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