La policía de Albuquerque (EEUU) está acostumbrada a ver muchas cosas, pero no todo. Es incluso normal que los detenidos intenten reducir las consecuencias de sus delitos si revelan a otros implicados. Pero el caso de Vaughn Godwin ha sido demasiado.
El vecino de Nuevo México fue detenido el pasado fin de semana. Los agentes habían recibido denuncias por vandalismo y posesión de drogas que resultaron ser verdad. Al llegar a su casa, las paredes estaban pintadas y golpeadas. Hasta ese momento solo era un caso más de violencia.
Sin embargo, mientras esposaban a Godwin por posesión de drogas, éste no dudó en acusar a su madre. Según la versión del detenido, la señora Godwin sería la única traficante que vivía en casa. Sin cabos sueltos. Vaughn (de 27 años) también justificó su violencia, ya que su madre no quería darle dinero ni sus medicamentos.
La portavoz de la Policía de Albuquerque, Tasia Martínez, no termina de creer lo sucedido. Que un traficante delate a otro es casi normal en la ciudad, pero no que denuncien a su propia madre. "Esperan que los oficiales les perdonen el delito con discreción y les pongan en libertad", recoge Los Angeles Times.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios