Soraya sí confió en el Popular: su hipoteca de 214.000€ pasa al Santander

  • La vicepresidenta del Gobierno lidera una lista de diez diputados que sí confiaban en la entidad que ha comprado el Santander por un euro.

    La nueva vicesecretaria de Organización del PSOE, Adriana Lastra, tiene un depósito y una cuenta. Un parlamentario del PP ha perdido sus 1.024 acciones.

La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.

El quebrado Banco Popular contaba antes de ser adquirido por el Santander con una nómina de clientes dedicados a la política. Entre ellos se encontraba la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la nueva vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, la expresidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, o la que fuera jefa de prensa de Rajoy, Belén Bajo. Todos ellos tenían diferentes productos en la entidad que ahora pasarán a depender del Santander.

Diez diputados, al menos, tenían relación con el Banco Popular. La relación más destacada fue la de Sáenz de Santamaría. En 2002, mientras ya trabajaba para el PP como asesora jurídica del partido y no tenía ningún cargo público firmó una hipoteca con la entidad de 214.050,46 euros para adquirir un apartamento en Madrid. De ese crédito la vicepresidenta aún tiene un saldo pendiente de 130.753,02 (a fecha de julio de 2016), que pasará ahora a depender del Santander. Más tarde, en 2006, cuando ya era diputada firmó otra hipoteca con la entidad presidida por Ana Botín para adquirir la vivienda de la capital donde reside en la actualidad junto a su marido y su hijo.

Otra diputada con hipoteca en el Popular es Marta Rivera de la Cruz, de Ciudadanos. La reconocida escritora firmó en abril de 2010 un préstamo hipotecario de 115.000 euros para adquirir una vivienda en Madrid. Tiene una salgo pendiente de unos 70.000 euros que pasaran al Santander.

La nueva vicepresecretaria general del PSOE, la asturiana Adriana Lastra, también tuvo relación con el Popular. La también diputada socialista dispone de un depósito de 25.000 euros y de una cuenta corriente con 655,05 euros. El dinero lo conservará.

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Quien no ha tenido esa suerte es José Ramón García Cañal, del PP, que ha perdido las 1.024 acciones del Popular que tenía. El que fuera vicepresidente del Principado de Asturias en la década de los noventa y que ahora es diputado en el Congreso tendrá que esperar para comprobar si el Santander le compensa de alguna forma por estos títulos.

Del mismo modo, la que fuera presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, firmó en julio de 2009 un préstamo con la entidad quebrada por 50.000 euros. Todavía tiene que devolver 8.670 euros, aunque ahora deberá hacerlo al Santander. En situación similar se encuentra su compañero de bancada Miguel Ángel Paniagua. El diputado palentino firmó un préstamo con el Popular en 2015 por 15.000 euros (le quedan 12.403 euros de saldo). Patricia Blanquer, diputada del PSOE, recibió en 2012 un préstamo de la entidad por 35.000 euros (11.210 de saldo).

Otros clientes del Popular con escaño en la Carrera de San Jerónimo son: Belén Bajo, que fue jefa de prensa de Rajoy y que dispone de un fondo de inversión con el Popular de 24.997,63 euros; Antonio Trevín, portavoz de Interior del PSOE, que tiene una cuenta bancaria de 4.050 euros; y Emilio del Río, del PP de La Rioja, que recibió un préstamo de 8.700 euros para una matrícula universitaria, y que aún no ha reintegrado. 

En la lista de diputados que eran clientes del Popular solo hay de PP, PSOE y Ciudadanos. Ningún representante de Unidos Podemos, ERC, PNV o PDeCAT confió en esta entidad. Es posible que algún parlamentario más disponga de algún producto bancario en la entidad quebrada, pero el Congreso les permite declarar en genérico que tienen acciones o préstamos de diversas compañías sin precisar de cuáles.

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