El Cairo, 27 ene.- La Corriente Popular Egipcia, dirigida por el izquierdista Hamdin Sabahi, uno de los principales líderes de la oposición, ha aceptado participar en un diálogo nacional "con condiciones", informó hoy a Efe una de sus portavoces, Heba Yasin.
"Hemos aceptado el llamamiento al diálogo del Consejo de Defensa Nacional, pero con condiciones", afirmó Yasin.
Entre los requisitos del grupo está el fin de la violencia y del derramamiento de sangre, que las autoridades asuman su responsabilidad en los disturbios de los últimos días, que la agenda del diálogo sea clara y que las conversaciones se lleven a cabo públicamente.
Yasin agregó que, a juicio de su grupo, las prioridades en el diálogo nacional deberían ser la economía y los problemas diarios que afrontan los egipcios como la carestía, así como el logro de la justicia social.
En su opinión, el presidente Mohamed Mursi debería comprometerse a poner en marcha las medidas que se decidan en el diálogo.
La Corriente Popular Egipcia forma parte del Frente de Salvación Nacional (FSN), la principal alianza opositora no islamista del país.
Yasin afirmó que la decisión de participar en el diálogo ha sido tomada por la Ejecutiva de su grupo, independientemente de su afiliación al FSN.
El Consejo de Defensa Nacional, máximo órgano de decisión en asuntos de seguridad de Egipto, decidió convocar ayer un "diálogo nacional amplio", que estará dirigido por personalidades nacionales independientes, para debatir sobre los puntos de discordia política y alcanzar un consenso.
Con ese diálogo nacional se pretende lograr un acuerdo sobre los mecanismos que garanticen que las próximas elecciones legislativas, previstas para primavera, se celebren "en un ambiente transparente, sin exclusión de ninguna corriente".
Anteriormente, el FSN había condicionado su participación en los comicios a que se suspenda la aplicación de la actual Constitución y se forme un gobierno de unidad nacional.
Desde el viernes pasado, Egipto ha sido testigo de disturbios, que han causado unos cuarenta de muertos y centenares de heridos, que se desencadenaron con motivo de la conmemoración del segundo aniversario del inicio de la revolución que derrocó a Mubarak.
A esos enfrentamientos se sumaron ayer los choques entre manifestantes y policías en Port Said (este), que dejaron 31 fallecidos.
Esos altercados se originaron después de que un tribunal penal recomendara aplicar la pena de muerte a 21 acusados de participar en la masacre del estadio de esa misma ciudad, el pasado 1 de febrero, en la que murieron 74 personas.
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