Riabkov ha reaccionado a lo publicado el martes por el diario económico 'The Wall Street Journal', según el cual el Gobierno de Donald Trump sopesa suspender este acuerdo internacional prohibiendo los vuelos de aviones rusos sobre Estados Unidos como represalia por las restricciones a los vuelos estadounidenses sobre Kaliningrado.
Kaliningrado es un enclave ruso rodeado en todos sus puntos por Lituania y Polonia, dos miembros de la Unión Europea, lo que le separa completamente de territorio ruso y hace que tenga un régimen especial para tránsito de personas y mercancías y una presencia militar reforzada.
"Estoy seguro de que (si eso ocurre) habrá una respuesta" de Rusia, ha dicho Riabkov en declaraciones a la prensa. "Pero antes de anunciar nada, tenemos que analizar la situación con nuestros militares para llegar a una conclusión calificada", ha añadido, según informa la agencia de noticias oficial Sputnik.
El 'número dos' de la diplomacia rusa ha aclarado que Moscú desea mantener vigente el Tratado de Cielos Abiertos porque "es un documento mutuamente beneficioso y útil", si bien ha aclarado que no hará concesiones unilaterales. "Estados Unidos ha vuelto a demostrar que prefiere los métodos de presión", ha reprochado.
El Tratado de Cielos Abiertos se firmó en Helsinki el 24 de marzo de 1992 y entró en vigor el 1 de enero de 2002. Cuenta con 34 estados miembro que gracias a este acuerdo internacional pueden hacer vuelos de recogida de datos sobre otros países.
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