Elecciones generales. El método d'Hondt no tiene la culpa de todo

  • 'Víctimas del sistema electoral'. Ésta es una de las valoraciones más escuchadas después de los resultados electorales del domingo por parte de los partidos minoritarios. El ascenso de fuerzas nacionalistas como CiU o Amaiur ha provocado interpretaciones erróneas del sistema electoral español, ya que el método d'Hondt no ha influido tanto como se cree en el reparto de escaños. El problema de estas desigualdades son las circunscripciones únicas que hace que un voto valga diferentes según cada provincia.
C. I.

¿Cómo afecta el método d'Hondt en el sistema electoral español? ¿Es el responsable de que partidos pequeños como Equo no tengan representación aunque hayan conseguido más votos que otras formaciones como Foro Asturias, GBai o Coalición Canaria? Te explicamos en cuatro puntos las claves para entender el sistema electoral español y cómo afecta a los resultados.

1.    Circunscripción múltiple. En las elecciones generales españolas el país se divide en 52 circunscripciones con las que se pretende que cada provincia tenga representantes en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, esta cantidad de circunscripciones, y no el método d'Hondt, es la responsable de la desigualdad en el reparto de escaños entre los partidos.

Si hubiera una única circunscripción, como ocurre en las elecciones al Parlamento Europeo, los votos en cada provincia se sumarían todos por igual. Aquí puedes ver cómo quedaría el Congreso con el sistema 'un ciudadano, un voto'.

2.    Reparto de escaños. Cada una de las 52 circunscripciones en España tiene asignado un número de escaños que es proporcional al número de habitantes en ese territorio.

Por eso es más asequible para los partidos minoritarios conseguir representación en las provincias más pobladas, al tener más escaños a repartir. Así, UPyD ha conseguido cuatro de sus cinco escaños por Madrid y el quinto por Valencia, dos de las provincias más pobladas y con más escaños asignados.

Esto explica también que CiU haya conseguido 16 diputados, ya que nueve de ellos los ha logrado en Barcelona, la segunda provincia más poblada de España y, por tanto, con más escaños a repartir.

3.    Desigualdad territorial. Con una única circunscripción se podría caer en la desigualdad territorial. Este error sería fácil de subsanar por los partidos políticos. Cada formación solo tendría una lista de 350 nombres, en la que se podría incluir al menos a un representante de las 52 provincias.

De hecho, en la actualidad, cuando un partido hace una lista para cada provincia a veces no tiene en cuenta el ser natural de ese territorio. La prueba: ¿qué hace Antonio Camacho (madrileño) en la lista del PSOE por Zamora, o Santiago Cervera (navarro) en la del PP por Madrid o Ignacio Uriarte (madrileño) en  la del PP por Valencia?

4.    El método d'Hondt. Es el sistema que la Ley Electoral española establece para el reparto de los escaños. Este método consiste en ordenar de mayor a menor los votos obtenidos para después hacer sucesivas divisiones entre 1 y el número de escaños de cada circunscripción territorial, para ir asignando los escaños de forma proporcional a los votos. Aqui puedes ver cómo funciona este método (gráfico).

La catedrática de Comunicación Política de la Universidad Complutense, Mª José Canel, afirma que este método pretende evitar el bipartidismo, aunque subraya que es el menos proporcional de este tipo de sistemas al "tirar votos a la basura". Por ejemplo, Izquierda Unida en estas elecciones ha tenido un gran número de votos, pero todos muy dispersos.

Por ello, apunta que una de las soluciones sería aplicar otro sistema de reparto como el llamado de "los mayores restos", que facilita que una tercera fuerza política acceda a un escaño.

Canel explica que el reparto de diputados con este sistema se obtiene al aplicar el resultado de dividir entre el número total de votos emitidos en una provincia y el número de escaños a repartir. Al resultado de esta división se le llama "el precio" del escaño porque es lo que cuesta conseguir uno.

"Por ejemplo, si el precio es 5, cada escaño cuesta 5. Entonces hay que dividir el número de votos que ha conseguido cada partido en esa provincia por 5. Así el resultado del partido A es 2,7, el resultado del partido B es 1,9 y el resultado del partido C es 0,8. El primero paso, según este método, es atribuir el número escaños según el número entero de este resultado, es decir al partido A le corresponde 2 escaños, al B uno y al C ninguno. Si quedan escaños por repartir se le atribuye al partido con el decimal más alto, es decir, en este ejemplo sería en primer lugar B porque tiene nueve decimales y en segundo lugar C porque tiene ocho decimales".

En opinión de esta catedrática,  "este es un método más proporcional que el sistema d'Hondt, ya que facilita que terceras fuerzas políticas, que suelen quedarse a las puertas de un escaño y por tanto con decimales más altos, obtengan un escaño".

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