Ordenan a los bancos venezolanos informar de las cuentas de cuatro líderes opositores

  • Caracas, 12 feb (EFE).- La estatal Superintendencia de Bancos de Venezuela ordenó hoy a las entidades bancarias que informen al Parlamento en un plazo de tres días sobre las cuentas de tres líderes de la oposición y de un directivo del canal Globovisión.

Caracas, 12 feb (EFE).- La estatal Superintendencia de Bancos de Venezuela ordenó hoy a las entidades bancarias que informen al Parlamento en un plazo de tres días sobre las cuentas de tres líderes de la oposición y de un directivo del canal Globovisión.

La Comisión de Política Exterior del Congreso unicameral debe recibir detalles de las transacciones bancarias de Luis Ignacio Planas, Julio Borges y Omar Barboza, líderes del partido democristiano Copei, del derechista Primero Justicia y del socialdemócrata Un Solo Tiempo, respectivamente.

La medida también alcanza al director de la emisora privada de televisión Globovisión, Alberto Federico Ravell.

Todos ellos han sido acusados por el presidente del país, Hugo Chávez, de haber acordado en Puerto Rico el mes pasado con un funcionario estadounidense no identificado detalles de un supuesto plan desestabilizador para ser ejecutado durante la campaña del referendo nacional venezolano del próximo domingo.

La consulta popular, impulsada por Chávez, decidirá si se enmienda la Constitución para permitir a cualquier funcionario elegido en las urnas, incluido él mismo, a presentarse como candidato a sucederse a sí mismo las veces que lo desee y se anule la actual restricción a una única reelección.

El titular de la Superintendencia de Bancos, Edgar Hernández, dice en su orden, publicada en las páginas web de varios medios privados de comunicación, que actúa a petición del Parlamento y que los bancos deben informarle aunque esas cuatro personas "no mantengan o hayan tenido" cuentas en esas instituciones.

Los opositores han explicado que en Puerto Rico se reunieron con asesores extranjeros especialistas en campañas electorales, especialmente con los responsables de la campaña chilena de finales de los años 1980 que posteriormente obligó al entonces dictador Augusto Pinochet a dejar el poder, y no para conspirar.

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