Así, en un desayuno informativo y ante el exalcalde Alberto Ruiz-Gallardón, la alcaldesa ha confesado estar "absolutamente disgustada" por el hecho de que los gobiernos anteriores a ella "liquidaran patrimonio de vivienda pública".
La primera edil no ha ocultado su preocupación por el hecho de que gente que se vieran sin su casa por una ejecución hipotecaria optaran por "la 'patada en la puerta'", que "no es deseable para una sociedad desarrollada". La postura que adoptó el Gobierno municipal fue conversar con la banca para "conseguir que los okupas se conviertan en inquilinos", ha explicado.
(HABRÁ AMPLIACIÓN)
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