Proponen instaurar día nacional contra el terrorismo en Perú

Lima, 3 feb.- Un grupo de congresistas de Perú presentaron hoy una iniciativa para declarar el 3 de abril como el día nacional contra el terrorismo en su país.

Durante una rueda de prensa con algunos parlamentarios, el líder de la Alianza Perú Posible, el expresidente Alejandro Toledo (2001-2006) dijo que esta iniciativa ha recibido el apoyo de diversos grupos políticos.

"Cuando se lucha contra el terrorismo no hay diferencias partidarias políticas. Todas las bancadas han estado de acuerdo, pues es un tema nacional", afirmó Toledo.

El exmandatario señaló que el objetivo de este día es recordar la violencia que se vivió en el país entre 1980 y 2000, cuando se libró un conflicto armado que dejó cerca de 70.000 víctimas, según cifras de la Comisión de la Verdad.

"Una democracia sin memoria es débil... No podemos permitir que lobos disfrazados de cordero traten de ingresar por la puerta de la democracia, tratando de aprovecharse de que los jóvenes hace 30 años no vivieron lo que nosotros vivimos", enfatizó.

El miércoles pasado, el Movimiento por Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), cuyos integrantes piden la excarcelación del fundador del grupo terrorista Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, desistió de pedir su inscripción como partido político ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE).

Los miembros de Movadef alegaron que existe una persecución política en su contra, sin embargo, el registro de organizaciones del JNE les denegó su inscripción en primera instancia por amenazar los principios democráticos del país.

El presidente Ollanta Humala opinó que no se les podía dar "ni un centímetro a los movimientos terroristas" y señaló que el Ejecutivo ha presentado una propuesta para que se modifique la ley de partidos y se impida la inscripción de cualquier organización que promueva la violencia o defienda principios que afecten el sistema democrático.

El 3 de abril de 1983, un grupo de senderistas asesinó con cuchillos y machetes a 69 campesinos en la localidad andina de Lucanamarca, en la región sureña de Ayacucho, y luego los enterró en fosas comunes.

Entre las víctimas hubo 18 niños y 11 mujeres, algunas de ellas embarazadas.