Bolsas, plásticos o recipientes pequeños de cristal son perfectos para ayudarte a conservar alimentos que ya has cortado y no has utilizado como limones o cebollas.
1 Guardar en un plato y tapar con un vaso o un tarro de cristal.
Si has tenido que utilizar una parte de un limón o una cebolla y te sobra la otra mitad, una buena idea es que la conserves en el frigorífico. Para hacerlo de forma adecuada es recomendable colocarlo boca abajo en un plato y cubrirlo con un vaso o con un recipiente de cristal.
2 Bolsa de plástico o papel transparente.
Si no tienes mucho espacio en la nevera, otra opción es introducir el resto del alimento que te ha sobrado en una bolsa de plástico para conservar alimentos. Si no tienes también puedes cubrirlo con papel transparente.
3 Aplicar mantequilla en el corte.
Si quieres conservar un trozo de cebolla, una buena idea es aplicar un poco de mantequilla en el corte. Después cúbrelo con papel transparente y guárdalo en el frigorífico.
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