Cómo ser un buen político

  • El politico debe ser un líder en el que la sociedad pueda confiar

La política es una de las profesiones más criticadas del mundo, donde cada paso es comentado y juzgado por los demás. Este es un decálogo del buen político.

1 Apasionado.

No basta con ser un buen profesional de la política, hay que amar la profesión y creer firmemente en lo que se hace.

2 Talentoso.

Hay que disponer de 'talento político', una mezcla de espíritu de justicia y sentido estratégico, alguien con principios pero al mismo tiempo agudo, que se anticipa a los acontecimientos y se adapta rápidamente a las situaciones.

3 Asesorado.

Todo político necesita estar bien informado y además ofrecer una buena imagen. Para ello es fundamental que trabaje junto con un adecuado asesor o asesores que le ayuden y aconsejen en estas tareas.

4 Realista.

Es cercano a la realidad del mundo y tiene que ser capaz de marcarse objetivos y metas factibles, posibles de alcanzar.

5 Innovador.

El buen político innova con intención de recuperar o preservar los componentes y funciones que dan valor a las propiedades de su proyecto. Pero también valora enormemente la experiencia.

6 Decidido.

Tiene carácter y es consciente de que cada decisión u opción que escoge, le supone unas ganancias y unas pérdidas.

7 Prudente.

Es sensato y abarcará aquello a lo que realmente pueda dar una respuesta eficaz.

8 Astuto.

El político necesitará cautela en sus relaciones sociales, saber cómo y cuándo decir las cosas. Se trata de no engañar pero también de no ser engañado.

9 Responsable.

Debe ser muy consciente de que siempre tendrá que responder ante alguien y de algo. Todos sus actos y sus consecuencias deben ser responsables porque conllevan una gran influencia en la sociedad.

10 Persuasivo.

Es básico un gran dominio del lenguaje y una alta capacidad para explicar las cosas de manera comprensible y razonable, con argumentos honestos y fiables.

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