Lo mejor: el agua fría

Amoniaco, alcohol y otros productos que son tóxicos si se mezclan con lejía

Foto de archivo: limpieza
Foto de archivo: limpieza

La limpieza es uno de los aspectos más importantes para evitar el contagio. No solo la personal, mediante el lavado de manos, sino desinfectar la casa, los envíos que recibimos, la compra, etc. también es esencial. Esto, sin embargo, ha generado un incremento de intoxicaciones debido al mal uso de determinados productos como la lejía, según el Servicio de Información Toxicológica.

Un producto como el citado anteriormente, la lejía, puede suponer un serio peligro si se mezcla con otros. Veamos, a continuación, cuál sería su correcto uso y cuál no. 

Lejía y agua

La lejía se debe mezclar con agua fría y no con agua caliente. Y es que según una guía publicada este mismo jueves por la OCU, si se emplea agua a mayor temperatura, se evapora el cloro y ya no desinfecta. Esto es porque el hipoclorito a esta temperatura se descompone generando gases tóxicos por lo que el cloro se queda en el ambiente y no en la solución de la limpieza. 

- ¿Qué proporciones de agua se deben usar?

Para que sea eficaz, la mezcla de agua con lejía hay que prepararla cuando se vaya a usar y no guardar la dilución de un día para otro.

Tal y como explica la OCU: "La lejía para desinfección se usa en una proporción de 1:50 en agua fría, sin detergente. Es decir, un vaso de lejía por cada 10 litros de agua". Si hay una persona enferma, es mejor desinfectar con una proporción de lejía mayor de 1:10. 

Lejía y amoniaco 

Mezclar lejía con amoniaco es una de esas cosas que nunca se deben hacer. Durante el verano de 2018, una mujer de 30 años falleció en la Comunidad de Madrid mientras limpiaba su casa por intoxicarse con estos elementos. 

Al mezclar ambos productos se genera cloramina. Esto es un compuesto que al ser respirado reacciona con el agua en nuestro cuerpo y genera ácido clorhídrico y radicales libres, que son muy tóxicos. 

Lejía y alcohol 

Es cierto que algunos objetos personales se pueden desinfectar con alcohol de 70º. Se puede, por ejemplo, partir del que tenemos en casa para curar las heridas y rellenarlo con agua de grifo hasta 100 ml. 

Lo que nunca se debe hacer es mezclar el alcohol con la lejía pues, igual que el anterior, puede provocar intoxicaciones severas. 

Lejía y vinagre

Otra mezcla tóxica que debemos evitar es la lejía con el vinagre, pues produce una reacción que libera un gas tóxico muy perjudicial para la salud. Afecta a las membranas mucosas, incluyendo los ojos, garganta y pulmones. 

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