Río de Janeiro empieza con vigilia cuenta atrás para Jornada Mundial Juventud

  • Con una vigilia, Río de Janeiro comenzó esta noche la cuenta atrás de los cien días para el comienzo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que la ciudad celebrará en julio próximo con la presencia del papa Francisco.

Río de Janeiro, 12 abr.- Con una vigilia, Río de Janeiro comenzó esta noche la cuenta atrás de los cien días para el comienzo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que la ciudad celebrará en julio próximo con la presencia del papa Francisco.

Centenares de católicos acudieron en la noche de hoy a la catedral, en el centro de Río, para asistir a una misa seguida de una procesión por las calles de barrio bohemio de Lapa hasta la Iglesia de Sant'Ana, donde tienen previsto permanecer en oración y cánticos hasta las seis de la mañana del sábado.

Una banda de música religiosa animó a los fieles en la catedral mientras comenzaba el oficio, celebrado por el sacerdote Reginaldo Manzotti, un joven exponente de la corriente renovadora de la iglesia católica brasileña que arrastra multitudes a sus actos religiosos por sus dotes de cantante.

"Que la Jornada Mundial de la Juventud sea un gran momento de restauración de la fe de muchos jóvenes que perdieron la esperanza, de muchos jóvenes que están en otros caminos", manifestó el sacerdote Renato Martins, del sector de Juventud de la Archidiócesis de Río de Janeiro, concelebrante en la misa.

La JMJ, que se celebrará del 23 al 28 de julio próximo en Río de Janeiro, ha suscitado un interés mayor desde la elección del papa Francisco por su estilo sencillo y por ser el primer pontífice latinoamericano.

"Papa Francisco, Brasil te recibe con los brazos abiertos", reza una frase en portugués que lucían esta noche en sus camisetas muchos de los asistentes a la vigilia.

La cuenta atrás de los cien días de la JMJ incluye varias actividades en los próximos días para estimular a los cariocas a que se sumen a esta iniciativa de la iglesia católica que espera reunir en su misa de cierre, oficiada por el Papa, a hasta tres millones de personas en un descampado en las afueras de Río de Janeiro.

Para mañana está prevista una feijoada, el plato típico brasileño para el almuerzo de los sábados, en la escuela de samba Unidos da Tijuca en la que se mezclarán con ese popular ritmo las músicas compuestas por varios sacerdotes cantantes.

El domingo se celebrará una caminata, un partido de fútbol y otro de voleibol en las arenas de la playa de Copacabana, y el martes se cerrará la programación con una misa que oficiará el arzobispo de Río, Orani Joao Tempesta, en una de las favelas de la ciudad.

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