Investigan cómo una sustancia puede actuar en enfermedades neurodegenerativas

  • Varios científicos de la Universidad de Salamanca (USAL) analizan el papel de una sustancia localizada en células vivas como un poderoso antioxidante, un hallazgo que supone un avance en el conocimiento de procesos oxidativos presentes en enfermedades como las neurodegenerativas y las cardiovasculares.

Salamanca, 6 mar.- Varios científicos de la Universidad de Salamanca (USAL) analizan el papel de una sustancia localizada en células vivas como un poderoso antioxidante, un hallazgo que supone un avance en el conocimiento de procesos oxidativos presentes en enfermedades como las neurodegenerativas y las cardiovasculares.

El trabajo de investigación del grupo del departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la USAL, liderado por el profesor Juan Pedro Bolaños, ha sido publicado en la revista "Nature Communications", según han informado hoy fuentes de la institución académica salmantina.

El mensaje principal de la investigación, según Bolaños, es que "un compuesto químico, que se encuentra de forma natural en las células, puede actuar como un potente antioxidante".

Este descubrimiento contribuye a entender "cómo nuestras células luchan frente al denominado 'estrés oxidativo', una situación que se suele observar en patologías neurodegenerativas y cardiovasculares, entre otras", ha añadido.

En este sentido, ha subrayado que los estudios previos inducían a pensar que el compuesto gamma-glutamilcisteina "podía tener un papel antioxidante, pero se desconocía cómo se producía esta función".

Así, la investigación realizada ahora muestra que ese compuesto natural, precursor inmediato del conocido antioxidante (glutation), actúa como molécula colaboradora (cofactor) en la función de una enzima antioxidante.

Las observaciones del grupo liderado por este investigador del Instituto de Neurociencias de Castilla y León, y en el que ha colaborado la doctora del Hospital Universitario de Salamanca Ángeles Almeida, pueden tener implicaciones en la búsqueda de nuevas formas terapéuticas para combatir el estrés oxidativo.

De este modo, el estudio contribuye a conocer mejor la regulación de los sistemas antioxidantes, lo que facilitará identificar nuevas dianas moleculares en enfermedades neurodegenerativas y cardiovasculares.

Además, permite disponer de modelos de ratón vivo genéticamente diseñados para resistir los efectos de este proceso químico y así conocer mejor, por ejemplo, procesos neurodegenerativos asociados al envejecimiento, ha concluido Bolaños.

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