- La encuesta del CIS de enero de 2015 arroja varias evidencias que no parecen claras a primera vista.
- La irrupción de Podemos al segundo lugar opaca otras realidades, algunas de ellas preocupantes, que condicionarán el futuro próximo.
- Las empresas encuestadoras deben tener en cuenta (y tratar de medir) las emociones que influyen en las personas que participan en sondeos de opinión.
- En las urnas no hay engaños: los votos son los que son. En una encuesta, las respuestas pueden no ser lo que parecen.
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