El doctor en Filosofía de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) Gerardo López Sastre ha analizado el estado de salud de esta disciplina en la vida académica, defendiendo la importancia de la materia dentro de los currículos de carreras relacionadas con las Humanidades y Ciencias Sociales, y abogando por que se empiece a ofertar también en las facultades de educación.
En declaraciones a Europa Press con motivo del Día Internacional de la Filosofía que se celebra este jueves 17 de noviembre, López ha defendido la utilidad de formar a los futuros educadores de niños para que puedan enseñar filosofía en las aulas.
"Es interesante poder poner a los niños enfrente de un espejo, que se hagan preguntas sobre sus relaciones, con sus padres, con sus profesores", ha detallado López, añadiendo que "es importante tejer un interés por la filosofía" desde los primeros niveles educativos.
En todo caso, ha reconocido que no debe de ser "una prioridad" poner en marcha un grado específico o combinado de filosofía en la universidad regional, ya que antepone la necesidad de que tenga presencia en ciertas carreras como más relevante antes que impartirla como una carrera universitaria en solitario. Así, aunque la UCLM no tiene un grado específico, "sí que hay asignaturas en grados más generalistas".
EL INTERÉS AUMENTA EN TIEMPOS DE CRISIS
El profesor Gerardo López ha aseverado que el interés por la filosofía suele aumentar en tiempos de crisis, ya que conllevan "mucha reflexión".
"Creo que la filosofía está en un buen momento. En los últimos años, periódicos como El País o La Vanguardia han apostado por publicar fascículos y libros, y hay una cierta demanda social unida a una preocupación por lo que pueda aportar la filosofía a la sociedad", ha detallado, celebrando que incluso las tribunas de opinión de diarios de tirada nacional cuenten asiduamente con voces de reconocidos filósofos.
Para López, la filosofía "no es una disciplina que esté fuera de nosotros y que decidamos si acercarnos o no", ya que en cierto sentido "todos somos filósofos, y todos tenemos nuestra propia concepción de qué es la felicidad y de qué hace a la vida digna de ser vivida". "De esto no se puede escapar, la filosofía está dentro de nosotros".
López es de la opinión de que "menos al dormir o en actividades biológicas muy básicas", la filosofía "está presente en todo". "Toda nuestra vida está motivada por nuestras convicciones a largo plazo de lo que queramos conseguir, y todo eso son tomas de decisiones filosóficas".
Así, ha indicado que es mejor que las ideas de una persona "sean el producto de su propia reflexión y que hayan sido cribadas por la razón", y no sean fruto de "propaganda" externa. La filosofía, por tanto, "no debe de dar recetas, sino animar al diálogo".
A juicio de Gerardo López, cada individuo tiene una dimensión sentimental y otra racional, y "hay que saber conjugarlas las dos", si bien es comprensible que cuando las cosas van mal para una sociedad "sean los sentimientos, que a veces son muy primarios --aunque legítimos--, los que primen" sobre la razón.
TRANSLACIÓN A LA VIDA POLÍTICA
Explica López que cuando los sentimientos "no van cribados por la razón" y no se reflexionan provocan efectos en las conductas a largo plazo, una "tensión" que también se aprecia en la vida política.
"A veces hay conflicto entre los sentimientos --de nacionalismo, de xenofobia, incluso altruistas-- y la razón", ha precisado, admitiendo que cuando las formaciones políticas "apelan a los sentimientos de los votantes sin aportar reflexión" se cae en el populismo. Y, según ha añadido, "evidentemente el populismo sería una receta para el desastre, por estar carente de filosofía".
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