UNA ‘TORMENTA TÉRMICA PERFECTA’ BLANQUEÓ LA GRAN BARRERA DE CORAL EN 2016

Condiciones oceanográficas sin precedentes desencadenaron una ‘tormenta perfecta’ de factores térmicos que provocaron el año pasado un blanqueamiento masivo de la Gran Barrera de Coral, que se extiende a lo largo de 2.300 kilómetros por el noreste de Australia.
Así lo afirman investigadores de la Universidad James Cook (Australia) y de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) en un estudio publicado en la revista científica ‘Estuarine, Coastal and Shelf Science’.
Eric Wolanski, de la Universidad James Cook, apunta que incluso en veranos muy calurosos con un episodio climático de ‘El Niño’, como en 1998, no se produjo una decoloración coralina masiva en el estrecho de Torres (que separa Australia de Nueva Guinea) y sólo hubo un blanqueamiento de pequeño a moderado en el norte de la Gran Barrera de Coral. “El extenso blanqueamiento de coral en esas áreas durante el verano de 2016 fue una sorpresa no deseada”, apunta.
Un trabajo aéreo realizado el año pasado por Terry Hughes, del Centro de Excelencia ARC para Estudios de Arrecifes de Coral (Australia), mostró que el 90% de los arrecifes en algunas áreas de la Gran Barrera de Coral quedaron severamente blanqueadas.
Wolanski recalca que los datos de satélite muestran que el episodio de ‘El Niño’ en 2016 comenzó en el golfo de Carpentaria (norte de Australia), con áreas marinas que registraron unas temperaturas excepcionalmente altas de hasta 34 grados.
Entonces, el agua fluyó hacia el este sobre los arrecifes del estrecho de Torres y hacia el sur hacia la Gran Barrera de Coral, y permaneció en esos lugares durante mucho tiempo, lo que aumentó el estrés térmico en el arrecife.
“La Corriente Costera del Norte de Queensland en el Mar de Coral, que normalmente enfriaría la Gran Barrera de Coral en el norte, realmente hizo lo contrario. Invirtió el rumbo y llevó agua muy caliente al norte de la Gran Barrera de Coral”, añade Wolanski, antes de apostillar que la unión de esos procesos fue una ‘tormenta térmica perfecta’.
El estudio de Wolanski y sus colegas se basa en amplios modelos oceanográficos para estudiar el flujo de agua en la región, los cuales fueron calibrados con datos oceánicos reales.
“Lo que presentamos es nuestro intento mejor informado de revelar los mecanismos involucrados en la causa del evento, basados en los datos oceanográficos disponibles combinados con el conocimiento existente sobre la circulación del agua en y alrededor del estrecho de Torres y el norte de la Gran Barrera de Coral”, concluye.

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